La Unidad Disciplinaria de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) informó a Peñarol el pasado martes de la sanción por US$ 25.000 por los diferentes sucesos acaecidos en el marco de la primera fecha de la Copa Libertadores, cuando enfrentó a Rosario Central en el Gigante de Arroyito.

Los carboneros fueron objeto de dos multas económicas, una de US$ 20.000 y otra de US$ 5.000, por diferentes hechos. La primera, según el Código Disciplinario de Conmebol, se basa en “el lanzamiento de objetos; Encender bengalas, fuegos artificiales o cualquier otro tipo de objeto pirotécnico”.

La siguiente pasa por el Reglamento de Seguridad, que establece: “Escalar estructuras e instalaciones no destinadas para su uso como barreras, rejas, muros, cornisas, postes de luz, plataformas de cámaras, árboles, mástiles de cualquier tipo y tejados”.

Además, el presidente del club, Ignacio Ruglio, fue sancionado con US$ 5.000 por los hechos ocurridos una vez finalizado el partido, con un intercambio con el mandatario del club adversario, Gonzalo Belloso, por “violar las pautas mínimas de lo que se ha de considerar como un comportamiento aceptable en el ámbito del deporte y del fútbol organizado”.

Horas después fue notificado de sus respectivas sanciones Rosario Central, que deberá jugar sin público en su estadio el próximo 7 de mayo contra Atlético Mineiro y luego ante Caracas cerrar parcialmente la Tribuna Sur, que será ocupada solamente por parciales visitantes.

Sin embargo, no terminó ahí, ya que este jueves Peñarol fue notificado por Conmebol de que se les abrió un nuevo expediente a ambos clubes a raíz de las denuncias cruzadas, informaron desde el club a FútbolUy. Cabe destacar que el Aurinegro denunció los hechos cuatro días después del partido y el Canalla lo hizo 13 días más tarde de lo sucedido.

Peñarol tendrá tiempo hasta el próximo 2 de mayo para hacer los descargos correspondientes y el fallo saldrá entre 10 y 15 días después de que eso suceda. ¿Qué se puede esperar? Si bien es muy pronto para saber, se podrían agravar las sanciones ya impuestas o podría haber nuevas.