El equipo tricolor arribó al Campeón del Siglo casi una hora y media previo al partido, algo que no pasó desapercibido para varios de los hinchas aurinegros que esperaban para ingresar al escenario.

En un duelo donde no hubo público visitante, el bus de los albos llegó escoltado por la policía pero su acceso fue muy cercano a un sector donde había varios simpatizantes del rival, que entonaron cantos y comenzaron a lanzar algunos implementos sobre el vehículo.

Uno de ellos impacto sobre uno de los vidrios generando una rotura que más tarde fue mostrada en la transmisión de VTV pero que no gestó daños a ninguno de los viajeros, más allá de lo material.

El delegado de Peñarol, Julio Trotschansky, al ser consultado por la situación en dicha pantalla expresó su preocupación por lo sucedido: “Estamos firmemente en contra de cualquier hecho de violencia y apostamos por un clásico en paz”.