Mario Saralegui, ex jugador y ex entrenador de Peñarol, habló en la previa de los partidos de Copa Sudamericana ante Nacional y opinó que “no hay favorito”. “Si miramos el partido pasado y pudiéramos sacar la jugada del gol de Ocampo, fue parejo. Después cambió bastante. Fue un partido sin mucha profundidad, donde se cuidaron mucho. En el que viene no hay diferencias”, dijo al programa ‘Tirando Paredes’ de Radio 1010.

“El antecedente está y el partido anterior era importante porque era un retorno (al Gran Parque Central) después de más de 90 años y estaba cargado significativamente de un montón de cosas. Hay que tener la capacidad de separar una cosa de la otra; lo pasado ya pasó y no tiene remedio, y lo que hay es lo que está por jugarse. Hay que tener mucha tranquilidad porque son dos instancias y se definirá en la segunda”, advirtió.

“Peñarol tiene que separarse del partido anterior y concentrarse en el que viene sabiendo que después hay otro. No hay mucho más. Si Peñarol se desespera porque perdió el anterior y quiere ganar este, y eso genera un desequilibrio en la planificación, eso no ayuda. Debe estar tranquilo, concentrado y seguro de lo que tiene que hacer, con calma”, añadió el artiguense.

“Peñarol tiene un equipo armado con Dawson y una defensa en la que juegan siempre los mismos y en la que Formiliano es titular sí o sí. Gargano y Trindade van a jugar en el medio y hay que ver los volantes por afuera. Torres históricamente ha jugado por afuera, pero es enganche también y se complementa mucho con Álvarez Martínez. Y cuando juega por derecha tiene la facilidad de que le queda el arco de frente para patear”, analizó.

Las claves del partido y el equipo que armaría él

“Peñarol tiene el cuadro armado y por momentos con Mauricio Larriera ha jugado muy bien”, consideró Saralegui, quien al momento de la planificación cree “cada sistema tiene sus cosas positivas y negativas”, que “el partido va a pasar por manejar la ansiedad y tener calma”, y aseguró que “un empate no es un mal resultado”. Además, recordó que “Peñarol le ganó a Nacional toda la vida de contragolpe”.

“Un 4-1-4-1 te permite tener un hombre libre delante de la defensa y por detrás de los volantes ofensivos, y te da mucha estabilidad. Para jugar 4-4-2 los dos volantes del medio tienen que tener mucha dinámica porque continuamente van a tener que salir a los costados, ya que los otros volantes prácticamente son punteros. Pero más allá del sistema hay que ver dónde se para el equipo y cuál es la estrategia”, añadió.

Saralegui se animó a decir la alineación que colocaría para el jueves con Dawson; Giovanni González, Formiliano, Kagelmacher y Piquerez; Gargano y Trindade; Canobbio, Ceppelini y Torres; y Álvarez Martínez. En ese sentido, señaló que “Formiliano es líder a su manera y goleador clásico”. “De ninguna manera puede quedar afuera de un clásico estando para jugar”, dijo sobre su suplencia en el 0-2 en el Gran Parque Central.

Tampoco entendió por qué no jugaron Facundo Torres y Giovanni González. “Es insólito que se pague 30.000 dólares para traer a dos jugadores y que no los pongan. Los que hemos jugado al fútbol sabemos que el cuerpo aguanta mucho más de lo que la gente cree. Es más; uno no sabe lo que aguanta el cuerpo. A mí me pasó de venir de Artigas a Montevideo parado en un ómnibus y jugar, o jugar sin dormir”, recordó.

“Esto era un cuerpo motivado de un jugador joven que durmió bien y vino en un avión privado. ¿Cuál era la diferencia con los de Nacional? Si yo tengo que elegir para traer a un jugador, lo hago dormir allá y que venga después de dormir, como hizo Peñarol. Son decisiones que se tomaron y no salieron bien. El gol de Nacional vino de un puntero rápido al que tenía que marcar Giovanni González”, concluyó.