La victoria de Nacional sobre Aguada por 103-98 en la quinta final de la Liga Uruguaya de básquetbol tuvo a Gianfranco Espíndola como héroe inesperado. Uno de los actores de reparto del equipo de Álvaro Ponce dio un paso al frente y brilló, desde un rol protagónico, para estirar la serie cuando no había margen de error.
El oriundo de Capurro arrancó de titular en lugar del brasileño Mãozinha, cumplió una tarea más defensiva que ofensiva y aportó tres puntos en el segundo período y tres en el tercero, cuando los tricolores abrieron la renta máxima de 21 tantos a dos minutos del último descanso.
Aguada llegó a ponerse a un punto a 6’50’’ del epílogo con un parcial de 28-8 en cinco minutos, y ahí apareció Espíndola. En la ofensiva siguiente, recibió una asistencia de Michael Smith y a pie firme, a 45 grados del aro, metió un triple, que fue el tercero de la noche. Pasaron 47 segundos y metió otro, desde el dribbling, para el 86-79 restando 5’40’’.
Por si fuera poco, a un minuto y medio del final metió el quinto triple de su cuenta personal sobre un total de cinco intentos, para recuperar nueve unidades de ventaja. Parecía liquidar el partido, aunque después Aguada volvió a ponerse a tiro, y concretó con esa anotación la mejor noche de su carrera en materia de triples.
Espíndola nunca había metido cinco triples en un mismo partido. Ni jugando el Metro (2018 en Bohemios, 2019 en Lagomar, 2020 en Stockolmo, 2021, 2022 y 2024 en Colón, y 2023 en Tabaré) ni en la Liga (2017 en Bohemios, 2019 en Nacional, 2020 y 2021 en Peñarol, 2022 en Trouville y 2023 en Urupan).
Hasta anoche, sus mejores marcas en tiros de tres puntos las había tenido en Urupan. Con el equipo pandense metió cuatro en seis intentos el 28 de marzo de 2024 contra Goes, y el 4 de junio del mismo año frente a Malvín por los playoffs. También registró un 4/6 en el Metro 2020, con la camiseta de Stockolmo, frente a Danubio.
La marca anotadora más alta de su carrera fue el 3 de noviembre de 2022, cuando le metió 24 tantos a Malvín con la camiseta de Trouville, pero la mejor noche de su carrera, por el contexto y la efectividad en un tiro que no es su fuerte, sin dudas fue la que le permitió a Nacional estirar la serie final al mejor de siete frente a Aguada.