Una situación particular se vivió previo al inicio del choque entre Miramar Misiones y Nacional que se disputó en el Franzini, y fue en el recibimiento planificado para el equipo local y el debut del entrenador argentino Ricardo Lombardi.

Caruso, un DT con gran despliegue mediático, en su primer partido al frente de los cebritas, tuvo un agasajo por su nuevo club, que dispuso al borde de la cancha humos de colores negro y rojo que rápidamente se hicieron notar.

Fue tanto el despliegue que generó la sonrisa de algunos de los protagonistas, que veían cómo el entrenador se perdía entre esa niebla que se mezclaba con la lluvia y el viento.

Cabe destacar que para el duelo se colocaron unas 3.000 entradas, aproximadamente unas 2.800 para los hinchas tricolores y las restantes para los cebritas.