Agustín Canobbio partió rumbo a Curitiba este lunes de mañana para sumarse al Athletico Paranaense, “con una felicidad grande y la expectativa de viajar”. “Hasta no poner el gancho uno no está tranquilo. Estoy contento por esta oportunidad. Correr tras mis sueños es algo que me mantiene vivo”, dijo el jugador minutos antes de subirse al avión en diálogo con ‘Vamos que vamos’ de Radio Uruguay.

Sobre la chance de su nuevo equipo, dijo que ya se la habían mencionado en enero, pero se diluyó por la posible sanción por dopaje que estaba pendiente. “Mostraron mucho interés y yo estaba muy calmo porque siempre quise dejarle su parte a Peñarol y le manifesté eso a mi grupo de representantes”, señaló, y reconoció que su cuádruple fractura de malar y seno maxilar aceleró el proceso de su salida.

“Cuando se dio esta lesión les pedí que aceleraran el proceso porque la carrera es muy corta y era una gran oportunidad que no podía dejar pasar”, sostuvo, y reconoció haber sentido cierto “temor” por esta lesión, que se suma en su historial a la sufrida en agosto de 2020, cuando defendía a Fénix y se quebró el tobillo izquierdo. Apuntó a ir a lo seguro y estampará la firma en un contrato hasta 2026.

Reveló que ningún dirigente carbonero charló con él. “Si bien esperé algún llamado de parte de la dirigencia y nunca se comunicaron, me llevo muy bien. Lo que más me extrañó es que no me llamara Ruglio. Sí hablé día a día con Bengoechea y Cedrés, que me transmitían los mensajes de los demás. Se dijeron cosas sobre mí y muchas no son ciertas. Sí es cierto que me entró un temor, pero se dijo que yo pasaba la posta para que no hablaran conmigo y no es así. Yo estoy con la humildad a flor de piel, como me enseñaron en casa”, aseveró.

“Uno pretende que el hincha no se olvide de lo que hice o traté de darle al club, que fue sangre, sudor y lágrimas (…) Dejarle su parte a Peñarol es algo que siempre quise hacer porque se portaron muy bien y me dieron una segunda oportunidad. Se lo agradezco a Gaby Cedrés, Bengoechea, Mauricio Larriera, Darío Rodríguez, el Indio Olivera y Nacho Ruglio. Me dieron la confianza y pude revertir lo que se hablaba de mí”, recordó.

“Al hincha un agradecimiento enorme por el apoyo y por esas palabras de aliento en cada momento. Las tuve duras en 2021 y siempre estuvieron apoyándome con esa cuota de aliento que nos hizo ganar partidos”, indicó, y cree que esta salida “es un ‘hasta pronto’, si Dios quiere”.

Respecto a la posibilidad mundialista de Catar 2022, reconoció estar “peleando por eso”. “Vengo trabajando con Tabaré (Papariello), mi profe particular, porque me han dicho que no se prepara en seis meses un Mundial. Uno intentará luchar por su lugar. Se vio a una selección muy compacta e intentaré meter un poquito de presión”, concluyó.