Luis Suárez se despidió de Gremio con un doblete en Maracaná frente a Fluminense, pero eso no impidió que los hinchas del equipo carioca se rindieran a sus pies, pese a la derrota.

En la previa del partido, cuando los jugadores del Tricolor Gaúcho se disponían a regresar al vestuario tras el calentamiento, el delantero uruguayo se acercó a una de las tribunas y le regaló la camiseta de entrenamiento a un niño: “Tenía una pancarta de que quería una camiseta mía”.

“Estaba con la camiseta de Fluminense. En el partido contra Botafogo me pasó lo mismo. Cuando ves la rivalidad que tienen los cuadros en Brasil, y vas a los estadios y que te reciban de esa forma, me deja muy feliz”, contó a Minuto uno de radio Carve Deportiva, y añadió: “La carita del nene era de felicidad absoluta”.