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Contenido creado por Paula Barquet
El dedo en la llaga
Foto: Dante Fernández / FocoUy
OPINIÓN | El dedo en la llaga

¿Cuándo la coalición de gobierno trabajará seriamente para ganarle Montevideo al FA?

Salvo honrosas excepciones de ediles que han marcado ineficiencias de las gestiones frentistas, poco se ha hecho para revertir la situación.

Por Álvaro Giz

23.02.2024 15:36

Lectura: 5'

2024-02-23T15:36:00-03:00
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Con el paso de los años, los frenteamplistas parecen tener asumido que Montevideo es su feudo inexpugnable y que nadie podrá arrebatarles el gobierno de la capital del país.

Esto sucede aunque la gestión del intendente de turno sea ineficiente y que, como en el caso de Carolina Cosse, enarbola como uno de sus principales logros haber habilitado una ciclovía por el centro de la principal avenida de la ciudad.

La confianza que tiene la izquierda en mantener su principal bastión electoral quedó fielmente reflejada años atrás cuando un dirigente se animó a afirmar que el Frente Amplio ganaba la elección de Montevideo aunque pusiera una heladera como candidata. Y pocos meses después la dirigente comunista Ana Olivera fue electa intendenta.

Si bien es sabido que Montevideo es el departamento donde el Frente Amplio tiene su principal base electoral, a partir de 1990 y elección tras elección blancos y colorados —y más recientemente Cabido Abierto y el Partido Independiente—, le han cedido el terreno.

Salvo las honrosas excepciones de algunos ediles que a lo largo de los años han dado una dura lucha en solitario marcando el sinnúmero de ineficiencias que han tenido las sucesivas administraciones frentistas de Montevideo, desde los partidos de la coalición no se ha logrado establecer una estrategia para revertir esta situación.

Este estado de cosas no ha dejado de perjudicar a los habitantes de Montevideo, ya que en 34 años de gestión frentista la ciudad ha sido manejada con cierto desdén, fruto de saberse ganadores con poco esfuerzo.

Y para comprobarlo, basta enumerar algunos ejemplos: numerosos barrios siguen sin saneamiento, la inmensa mayoría de las calles tienen el pavimento plagado de pozos, los dos corredores de tránsito que se construyeron en las avenidas Garzón y General Flores han fracasado y el sistema de recolección de residuos no ha logrado nunca —desde 1990— llegar a un nivel aceptable. Es más, cuando llegan las fiestas tradicionales, los contenedores se desbordan y la ciudad se convierte en un gran basural.

A eso se agregan calles que se inundan toda vez que alguna lluvia torrencial cae sobre la capital, carencias de iluminación en numerosos barrios y centenares de árboles que hace años que no reciben una poda.

En contrapartida, sí se han gastado millones de dólares al año en crear un mega Departamento de Cultura que se ha dedicado a organizar espectáculos en los que se pagan cuantiosas sumas a los músicos “amigos” de la izquierda y en promover un Carnaval en el que es moneda común criticar sin ningún pudor todo lo que no venga desde la izquierda.

A su vez, Cosse, y su antecesor, Daniel Martínez, así como años atrás Tabaré Vázquez, han usado a la comuna como un trampolín político que luego les permitió postularse a la Presidencia de la República.

Nadie puede pensar que el camino que tienen por delante los partidos de la coalición de gobierno sea fácil. Pero nada se logra sin esfuerzo, trabajo y planificación.

En la elección pasada la coalición gobernante pareció encontrar un camino a recorrer y presentó a la nacionalista Laura Raffo como candidata de unidad, bajo el lema del Partido Independiente.

Tras perder los comicios, la intención era que Raffo hiciera un seguimiento de la administración frentista que encabeza Cosse, marcara sus ineficiencias y repitiera su postulación. Pero con el tiempo la situación cambió y la dirigente blanca optó por disputarle la candidatura presidencial a Álvaro Delgado.

Raffo presentó renuncia a la Departamental de Montevideo del Partido Nacional y confirmó que no participará de las departamentales de 2025, una misión que se perfila para asumir el hasta ahora ministro de Desarrollo Social, Martín Lema.

Blancos y colorados, pero también Cabildo Abierto y el Partido Independiente, deberían sopesar que nada es imposible. Pero deberían preocuparse de poner candidatos atractivos y que trabajen entre cada elección con la mira puesta en ganar Montevideo y con amplio respaldo de sus partidos.

Porque de nada vale salir a recorrer los barrios a pocos meses de la contienda y cuando los tiempos apremian. El o los candidatos que se propongan para disputarle la capital al Frente tienen que recorrer y mucho.

A los votantes de la capital hay que demostrarles que es posible optar por un camino diferente; que puede haber un mejor gobierno en la ciudad y que a la hora de votar no solo debe pesar lo ideológico sino también quién puede ser un mejor administrador.

Es tiempo ya de cerrar el paso a dirigentes que llegan a la Intendencia de Montevideo con el único fin de catapultar sus carreras políticas, que arman aparatos políticos que financian los contribuyentes, que hacen gala de actitudes que lindan con la soberbia y que piensan que alcanza con pintar de verde todo lo que no se mueva.

Por Álvaro Giz


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