Días pasados el Pit-Cnt protagonizó una insólita movilización que convocó a unos cientos de militantes que se congregaron frente a la sede de la embajada de Argentina en Montevideo, el mismo día que en ese país se desarrollaba un paro general en contra del gobierno del presidente, Javier Milei.
Los sindicatos argentinos —que en su gran mayoría están dirigidos por el peronismo kirchnerista— decidieron esa movilización en rechazo a un paquete de leyes presentado por el gobierno de Milei, que asumió la conducción del país tan solo 45 días antes, en medio de una de las peores crisis económicas de su historia desatada por el abuso de las políticas populistas.
La central uruguaya entregó una misiva al encargado de Negocios de la embajada, que el dirigente Marcelo Abdala leyó luego a los presentes y a la prensa, donde señaló que el decreto de necesidad y urgencia (DNU) aprobado por el gobierno argentino tiene medidas no vistas "desde la última dictadura militar".
“Manifestamos nuestro profundo rechazo a las medidas que el gobierno (argentino) ha impuesto a la clase trabajadora”, sostuvo el texto y apuntó que se trata de “una clara violación a los derechos laborales, sociales y sindicales”, por lo que se solicitó a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial que se revean estas medidas.
Resulta paradójico que la organización sindical de Uruguay apoye con esta acción a los gremialistas kirchneristas-peronistas que hoy se oponen a Milei y que son los mismos que durante tres años y siete meses apañaron el corte del puente general San Martín, que une a la argentina Gualeguaychú con Fray Bentos, molestos por la instalación de una planta procesadora de celulosa de la ex Botnia, hoy UPM.
En mayo de 2005 el propio presidente argentino Néstor Kirchner, encabezó un acto público en el “Corsódromo” del carnaval de Gualeguaychú, donde firmó una declaración en defensa del medio ambiente y respaldó a los pobladores de esa ciudad, que tenían cortado el puente, impidiendo el paso por tierra entre ambos países.
Entonces, Kirchner dijo a los presentes que el tema papeleras era “una lucha de toda la Argentina” y que se trataba de “una cuestión de Estado”.
Otro aspecto difícil de olvidar es que en aquel momento, el movimiento sindical uruguayo no hizo ningún paro repudiando la postura argentina, pese a que muchos de los actuales dirigentes ya estaban en la central en aquellas épocas.
El corte del puente puso en riesgo los puestos de trabajo de miles de trabajadores del sector turístico de Uruguay, ya que se impedía el ingreso por tierra de visitantes argentinos.
Es más, en febrero de 2007 sectores del Pit-Cnt apoyaron la causa de Gualeguaychú en contra de la instalación de la empresa Botnia y avalaron los cortes de ruta "hasta tanto la pastera no cese su construcción".
Representantes de los sindicatos de los funcionarios de OSE y del INAU, llegaron en una calurosa tarde hasta el kilómetro 28 de la ruta 136, donde se mantenía desde hace casi 100 días el piquete al puente internacional San Martín, según una crónica del diario El País.
Pero tal vez lo más preocupante de la movilización del Pit-Cnt es que se efectuó contra un gobierno extranjero, democráticamente electo por una mayoría absoluta de los votantes argentinos, hartos del clientelismo kirchnerista.
La movida de la central uruguaya no fue contra el FMI, ni contra una multinacional, ni nada, fue contra un gobierno legítimo que ha optado por un implementar un duro paquete legislativo con el que intentará sacar al país de la crisis en la que lo dejó la administración anterior.
También cabe preguntarse si el Pit-Cnt es consciente que su movilización fue un respaldo a sindicalistas que están enquistados en las organizaciones gremiales desde hace décadas y que manejan a su gusto millonarios fondos.
No se trata de ser vengativo. Se trata de tener memoria y recordar la agresión que sufrió el país desde ese sector político argentino, que hoy es el mismo que hostiga a Milei.
Siendo benevolente, se puede entender que como Uruguay está ingresando en un azaroso año electoral, cualquier excusa le servirá a la central obrera para movilizarse. Pero hay solidaridades que cuesta entender.
Porque si de respaldar el sistema democrático se trata, habría que preguntarse entonces para cuándo ha fijado el Pit-Cnt la movilización contra la inexplicable decisión del gobierno del venezolano Nicolás Maduro de impedir que la candidata opositora María Corina Machado se presente a las comicios previstos para este año.
Milei puede ser una figura controvertida y difícil de desentrañar para los uruguayos, pero hasta que sus acciones demuestren lo contrario, tiene más credenciales democráticas que algunos de los regímenes que sí defiende y abraza la central sindical uruguaya, la mayoría de los cuales están teñidos de ideologías fracasadas.
Por Álvaro Giz
@giz_alvaro
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