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Escribe Esteban Valenti

Opinión | Un diálogo imaginario

El diálogo entre personas de distinta generación es cada vez más difícil.

14.02.2023 17:35

Lectura: 6'

2023-02-14T17:35:00-03:00
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Sería casi imposible. Hoy la circulación de ideas entre tres generaciones es casi imposible, al menos es difícil que se relacionen sobre temas fundamentales de nuestras vidas. Abuelos, hijos y nietos tenemos zanjas profundas en nuestras sensibilidades, nuestras expectativas, nuestras conductas. Aunque seamos parientes, connacionales o vecinos.

El abuelo, 75 años, el hijo 50 años, el nieto 22 años, viajando en algo todavía más imaginario: un vagón de pasajeros de un tren.

Nieto (levantando la mirada de su celular). Que lento es esto, así no vamos a llegar nunca. Y vuelve a sumergirse en su tecnología, que dentro de ese vagón destartalado parece una ironía. Hay pocos pasajeros, pero todos los jóvenes comparten la misma actividad telefónica.

Abuelo. No veo que te aburras mucho, en lugar de conversar, de aprovechar para saber más de nosotros, ese teléfono te absorbe todo el tiempo.

Nieto (levanta la mirada y no dice nada, como si le estuvieran pidiendo de corte el cordón umbilical. El solo).

Padre. Papá, ¿te imaginas si en nuestro tiempo hubiéramos tenido esos teléfonos? Todo hubiera sido diferente, el trabajo, el estudio, la familia y ni que hablar esta catramina de tren que anda a 30 kilómetros por hora y se para a cada rato.

Abuelo. Yo insistí en tomar el tren para conversar, ya que nos vemos tan poco y sabemos menos todavía de lo que nos pasa. Reconozco que es de otro tiempo y otras velocidades, aunque cuando yo lo usaba para ir a Rivera funcionaba un poco más rápido. Pero al final no vamos a concentrarnos solo en este tren. ¿Cómo te van los estudios?

Nieto. ¿A mí?, porqué papá también va estudiar este año.

Abuelo. ¿Qué vas a estudiar si terminaste secundaria?

Padre. La empresa me paga un curso de actualización en ventas y manejo de clientes, que también incluye todos los nuevos productos de ferretería que saldrán en los próximos años. El listado está cambiando siempre, hay que estar al día.

Nieto. Yo dentro de poco tengo que comenzar nuevamente la facultad, otro año y todavía me faltan 3 más para recibirme y eso no quiere decir que me independice de inmediato.

Abuelo. Yo no pude ni siquiera soñar que estudiaría una carrera en la universidad, tuve que trabajar desde muy joven, formar una familia y asumir responsabilidades. Me fui de la casa de mis padres a los 19 años.

Nieto. Abuelo, eso me lo contaste muchas veces y yo también asumo responsabilidades, elegí una carrera, estudio y estoy pensando en la posibilidad de conseguir un empleo, pero no está fácil, a menos que espere otro año y sea docente o trabaje en cualquier otra cosa que no tenga nada que ver con mi carrera.

Padre. Le va bastante bien en los estudios, incluso es buen deportista, juega al básquetbol en el club del barrio y nosotros estamos contentos de que se quede en casa hasta que termine la carrera. Además contale que este año tenés una novia bastante estable. Hasta la lleva a casa.

Abuelo. No me imagino que yo pudiera llevar a tu abuela a la casa de mis padres…hubiera sido un escándalo. También por eso se apuró el casamiento y todo lo demás. Y no nos casamos apurados, tu naciste cuatro años después. Pero, ¿estás contento con la carrera que elegiste? A veces no te veo muy entusiasmado…bueno las pocas veces que nos vemos.

Nieto (que ya dejó el teléfono apoyado). Si, se puede decir que estoy contento, aunque influye mucho mis dudas sobre mi futuro laboral, mis posibilidades, creí que cuando me recibiera tendría mucho trabajo en la industria, porque ser ingeniero químico parecía muy prometedor.

Padre. ¿Y?

Nieto. Ahora desde adentro veo que hay mucha competencia, incluso con los docentes que saben que hay más oferta que demanda de profesionales y yo no había pensado antes de tener que hacer un doctorado e incluso de tener que emigrar.

Abuelo. Alarmado, ¿Cómo tener que emigrar? Si aquí hay muchas fábricas y tener un título de ingeniero químico era una seguridad, una garantía.

Padre. Yo también me sorprendí un poco, porque no queríamos que estudiara ni para ser docente, profesor y menos para que se fuera del país.

Nieto. Yo también empecé con otras expectativas, pero hay empleos de sobra para computación, incluso para ingeniería electrónica, pero en química es diferente, y de eso me enteré en la facultad y hablando con varias personas que se recibieron hace pocos años.

Abuelo. Pero si el país te paga entera una carrera universitaria…

Nieto. Que tenés que pagar con impuestos después que te recibís...

Abuelo. Una carrera universitaria que es casi gratis, se supone que es para que te quedes en el país para ayudar, para trabajar, para que avancemos, mejoremos todos.

Padre. Si así tendría que ser, pero papá, si no tiene oportunidades, o son muy pobres ¿Qué tiene que hacer, resignarse, tener un futuro mediocre?

Abuelo. Depende de lo que se entienda por mediocre. Capaz que no te podes comprar un auto muy caro, que no te llenas de guita, pero tenés asegurada una vida digna para ti y tu familia.

Nieto. ¿Voy a estudiar 5 o 6 años, posiblemente dos más de doctorado y voy a ser un empleaducho del estado o de relleno en alguna empresa en el mejor de los casos?

El tren aminora la marcha porque está cruzando por una zona de vías muy maltratadas y por precaución avanza a paso de hombre.

Nieto. Si íbamos a pié llegábamos antes. Así anda el país, como este tren.

Padre. Mirá m´hijo que hay muchos países aquí cerca que están mucho peor que nosotros. ¿No lees los diarios o ves la televisión?

Nieto. No no leo ni diarios ni miro informativos, no quiero deprimirme, me informo, a veces por Internet o algún programa de radio. Si voy a comparar con los que están peor que nosotros siempre hay uno que viene en la cola, yo quiero compararme con los mejores, en el empleo y como país.

Abuelo. Si todos pensaran como vos y se van a los países más ricos, más prósperos, aquí nunca saldremos del pozo, nunca progresaremos. Y además somos un país lleno de posibilidades desaprovechadas. Mirá el campo que tenemos.

Padre. Si pero con el campo, con las vacas solo progresan algunos, el resto venimos corriendo lejos de atrás, siempre con la promesa de que mejoraremos. Y seguimos esperando y el campo ahora todavía tiene una bruta sequía.

Nieto toma el celular y contesta mensajes que le llegaron, el aparatito emitía leves sonidos para recordarles a todos que él estaba allí.


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