La empresa emergente Zap Energy presentó esta semana su nuevo dispositivo de fusión Fuze-3, con el que logró alcanzar presiones récord de plasma superiores a 232.000 psi (1,6 GPa) y temperaturas de más de 21 millones de grados Fahrenheit (equivalente a 11,7 millones de grados Celsius). El avance fue anunciado durante una reunión de investigación en Long Beach, California, y representa un nuevo hito en la carrera privada por lograr energía de fusión limpia y sostenible.

El dispositivo, que opera desde la sede de la empresa en las afueras de Seattle, aplica el enfoque de fusión Z estabilizada por flujo cortante, un método menos explorado que los tokamaks o láseres utilizados por otras iniciativas, pero que promete mayor simplicidad técnica y menores costos.

¿Qué significa este avance?

En términos energéticos, lograr altas presiones de plasma es esencial para alcanzar el triple producto, el indicador que mide si una reacción de fusión puede generar más energía de la que consume. Aunque Zap aún está lejos del "punto de equilibrio científico" —debe aumentar la presión al menos diez veces más, según sus propios cálculos—, el logro marca un paso crítico hacia ese objetivo.

Zap logró superar el límite anterior de presión de plasma gracias a un rediseño técnico: incorporó un tercer electrodo en su reactor, permitiendo el uso de dos bancos de energía en lugar de uno. Esto habilitó un mayor control sobre la evolución del plasma durante los pulsos eléctricos que lo calientan y comprimen.

“La cámara de plasma en sí no parece muy diferente, pero su funcionamiento es muy distinto”, explicó Andy Freeborn, vocero de Zap. “Recibe dos pulsos de potencia de entrada en lugar de uno”.

La carrera privada por la fusión se acelera

Zap Energy forma parte del creciente ecosistema de startups que compiten por llevar la fusión al mercado antes de 2035, junto a empresas como Commonwealth Fusion Systems y Helion Energy. El interés por esta fuente energética libre de carbono se ha acelerado en un contexto de crisis climática, inestabilidad energética global y avances tecnológicos en superconductividad y materiales.

Si bien aún ninguna empresa ha alcanzado la producción neta sostenida de energía por fusión, los avances en presión, temperatura y control del plasma en distintas plataformas permiten prever que un reactor de demostración funcional podría estar disponible en la próxima década.