Un estudio ha demostrado la asociación entre plantar árboles en la ciudad y la reducción de la mortalidad no accidental entre la población, a partir de la experiencia de una campaña de plantación en la localidad de Portland (EE.UU.).

El estudio, publicado en la revista Environment International, ha sido codirigido por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por Fundación "la Caixa", y el Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

Los autores aprovecharon un experimento natural que tuvo lugar en la ciudad de Portland entre 1990 y 2019 cuando la campaña Friends of Trees plantó 49.246 árboles en las calles y registró dónde y cuándo los plantaron.

El equipo analizó el número de árboles plantados en un área censal, donde viven aproximadamente 4.000 personas, en los 5, 10 o 15 años precedentes, y asociaron esa información con la mortalidad por causas cardiovasculares, respiratorias o no accidentales en esa misma zona, a partir de datos de la Autoridad Sanitaria de Oregón.

Los resultados muestran que en los barrios en los que se habían plantado más árboles, las tasas de mortalidad (muertes por cada 100.000 personas) eran menores.

La asociación era significativa para la mortalidad no accidental (disminución del 20 %) y la cardiovascular (6 %), sobre todo para los hombres y las personas mayores de 65 años.

Además, la asociación era más fuerte a medida que los árboles envejecían y crecían: la reducción en la tasa de mortalidad asociada a árboles plantados entre 11 y 15 años antes (30 %) doblaba la observada con árboles plantados entre uno y cinco años antes (15 %).

Esto significa que los árboles más viejos están asociados a una mayor disminución de la mortalidad y que conservar los árboles maduros puede ser especialmente importante para la salud pública.

Este estudio no aporta evidencia directa sobre los mecanismos por los cuales los árboles mejoran la salud, pero conocer que los árboles grandes impactan más en la salud que los pequeños es revelador, pues, según los expertos, son mejores para absorber contaminación del aire, moderar temperaturas y reducir el ruido, que son factores relacionados con un mayor riesgo de mortalidad.

"Observamos el efecto tanto en los barrios verdes como en los menos verdes, lo que sugiere que plantar árboles en las calles beneficia a ambos", afirma el primer autor del estudio, Geoffrey H. Donovan.

Este análisis también tuvo en cuenta otros factores que pueden influir en la mortalidad, como los ingresos, la educación y la composición racial de los barrios.

Según las estimaciones de los autores, "los beneficios de plantar árboles superan con creces el coste": plantar y mantener un árbol urbano en cada una de las 140 zonas censales de Portland costaría entre 3.000 y 13.000 dólares, mientras que generaría unos 14,2 millones de dólares anuales en vidas salvadas.

EFE