Esta columna de opinión publicada el miércoles en varios medios europeos fue firmada por cerca de 800 profesionales de los medios de comunicación, así como por escritores, fotógrafos, cineastas y abogados.

"Instamos a las autoridades públicas a un contraataque. Deben endurecer los textos para que Google no pueda volver a desviarlos, utilizar todo el arsenal de medidas a su alcance para luchar contra el abuso de posición dominante", urgen sus firmantes.

"Lo que está en entredicho es la supervivencia de los medios independientes y plurales, y en definitiva la vitalidad de nuestra democracia", añaden.

Los derechos afines, que fueron promulgados en marzo pasado mediante una directiva europea sobre los derechos de autor, obligan a las grandes plataformas de internet, como Google, a pagar a los medios por utilizar sus contenidos.

Francia fue el primer país de la Unión Europea en trasponer a su legislación esta reforma, que debe entrar en vigor el jueves. Pero Google se rehúsa a pagar.

"Rechazando cualquier negociación, Google ha ofrecido a los medios de comunicación una elección engañosa y cínica", advierten.

"Bien dan carta blanca a Google renunciando a una remuneración y el modelo actual de gratuidad perdura, lo que significaría una muerte lenta que ya ha empezado a vaciar las redacciones tanto de Europa como de Estados Unidos", dicen.

"Bien se niegan y siguen esperando una remuneración. Y en este caso se anuncian temibles represalias: la visibilidad de sus contenidos se verá reducida a la mínima expresión. Cuando los internautas hagan una búsqueda de información, ya no aparecerá ni una foto, ni un texto, solamente un trozo de titular", añaden, lo que equivaldría a un "suicidio para la prensa".

Para los firmantes de esta tribuna, "Google se burla de la ley" y hace "un nuevo corte de mangas a las soberanía nacional y europea".

"Google quiere poner de manifiesto una impotencia pública para regular las plataformas, doblegar a los medios de comunicación y forzarlos a aceptar un modelo económico basado por principio en la no remuneración de los contenidos", lamentan.

"En un momento en que las campañas de desinformación invaden internet y las redes sociales, y que el periodismo independiente es atacado en varios países de la Unión, renunciar sería desastroso", advierten.

AFP