La resistencia a los antibióticos, causada por el uso excesivo o el mal uso de los mismos, hace que las infecciones comunes sean más difíciles de tratar y aumenta el riesgo de propagación de enfermedades, de formas graves de infección y de muerte.

Los fondos, donados por el gigante de la química británico Ineos, se utilizarán para crear un instituto en que desarrollar nuevos medicamentos para animales y humanos y para promover un uso más responsable de los antibióticos.

En noviembre, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó que "la resistencia a los antimicrobianos puede no parecer tan urgente como una pandemia, pero es igual de peligrosa".

Es "una de las mayores amenazas para la salud de nuestro tiempo" que "amenaza con revertir un siglo de progreso médico y nos deja indefensos contra infecciones que hoy en día pueden ser fácilmente tratadas", advirtió.

Para 2050, hasta 10 millones de personas podrían morir cada año debido a esta resistencia.

"Todos los tratamientos quirúrgicos y oncológicos modernos dependen del uso de antibióticos eficaces. Perder este precioso regalo significará el regreso a la era prebiótica", subrayó en un comunicado el cirujano David Sweetnam, asesor del Instituto Ineos Oxford.

Con esta enorme donación, el presidente de Ineos, Jim Ratcliffe, un multimillonario conocido por sus opiniones probrexit y recientemente afincado en Mónaco, aseguró querer "acelerar el progreso en la solución de este urgente problema mundial".

La Universidad de Oxford desempeñó históricamente un papel crucial en el desarrollo de los antibióticos.

Con información de AFP