En uno de sus proyectos más ambiciosos en materia de tecnología aplicada a la gestión de riesgos, Google desplegó una red sísmica global compuesta por más de 2.500 millones de dispositivos Android, capaces de detectar terremotos y emitir alertas en tiempo real. A tres años de su implementación experimental, el sistema ya opera en 98 países y ha entregado más de 1.200 alertas, muchas de ellas en zonas sin cobertura sísmica tradicional.

Basado en los acelerómetros que incorporan los smartphones modernos, el sistema detecta movimientos inusuales en los dispositivos y cruza los datos para identificar eventos sísmicos. Cuando un grupo de teléfonos comienza a vibrar al mismo tiempo en una región, se genera una señal que puede activar una alerta.

Cobertura donde antes no había nada

La ventaja principal del sistema no es superar los sismógrafos convencionales, sino llevar cobertura a regiones sin infraestructura sísmica instalada. Según los datos divulgados, un 36 % de las alertas llegaron a los usuarios antes de que comenzara el temblor, el objetivo clave de cualquier sistema de alerta temprana. Esto puede significar segundos decisivos para abandonar estructuras vulnerables o detener maquinaria peligrosa.

En promedio, la red emite unas 60 alertas sísmicas mensuales, alcanzando a cerca de 18 millones de personas. Si bien es capaz de detectar terremotos de magnitud tan baja como 1.9, las alertas se limitan a eventos de 4.5 o superiores, más relevantes para la seguridad pública.

Transparencia y cuestionamientos

El sistema, sin embargo, no estuvo exento de críticas. Diversas organizaciones de seguridad pública cuestionan la falta de transparencia del algoritmo de Google, que no fue puesto a disposición de forma abierta. Este hermetismo genera reservas para que los gobiernos lo integren oficialmente a sus protocolos de emergencia, aunque en muchos casos es la única herramienta disponible.

Detrás del sistema también se percibe un interés estratégico: el fortalecimiento del ecosistema Android. Un eventual respaldo gubernamental podría traducirse en más usuarios de Android, y, con ello, en una expansión aún mayor de la red de detección.