Pero las posibles brechas de seguridad que podría sufrir la aplicación convirtió a Zoom en una amenaza para algunas compañías e instituciones.

Google inició una campaña interna para, según BuzzFeed News prohibir a sus empleados el uso del software de videoconferencias. Según el diario, el gigante buscador habría enviado un correo electrónico a los trabajadores en cuyos portátiles estuviera instalado Zoom en el que hacía alusión a sus "vulnerabilidades de seguridad" y advertía de que el programa dejaría de funcionar.

Según publica hoy Financial Times, el Senado estadounidense pidió a sus miembros que no usen la aplicación de videoconferencia de Zoom debido a preocupaciones por los posibles problemas de seguridad y se pidió a los senadores que encontraran una plataforma alternativa para el trabajo remoto.

Asimismo, Taiwán y Alemania ya habían impuesto restricciones al igual que Elon Musk, según relata el sitio epañol expansión.