Según los responsables del centro, es una situación "casi increíble" entre estos animales Kisoro, un macho dominador de 17 años, no es el padre de Chelewa, de dos años y medio, sino que fue un joven de nueve años, Viatu, quien se adjudicó el derecho de aparearse con una de las hembras del grupo.

El joven precoz "transgredió todas las reglas en vigor en las comunidades de gorilas", según un comunicado del zoo de Basilea, en el norte de Suiza.

En estas comunidades, únicamente los machos de al menos 12 años están autorizados a aparearse.

El zoo efectuó el test de paternidad con el fin de completar los datos que aúnan los zoológicos suizos sobre los nacimientos en cautividad.

La actitud de la madre, Wima, que mostraba una cierta inclinación por varios machos del grupo, hizo asomar las dudas, explicó a la AFP la portavoz del zoo de Basilea, Tania Dietrich.

Fuente: AFP