Desde este semana las principales redes sociales chinas —entre ellas WeChat, Douyin, Weibo y RedNote— deben aplicar etiquetas obligatorias en todo contenido creado con inteligencia artificial (IA). La medida responde a una ley nacional aprobada en marzo por la Administración del Ciberespacio de China (CAC) en coordinación con varios ministerios, que ahora entra en vigor con alcance inmediato.
La normativa establece que todo contenido sintético generado por IA —ya sea texto, imagen, audio o video— debe ir acompañado de avisos visibles para los usuarios y también de marcas invisibles en los metadatos, de forma que las plataformas puedan rastrear su origen. Además, los usuarios estarán obligados a etiquetar proactivamente sus publicaciones, mientras que las empresas deberán reforzar sus sistemas internos de detección y habilitar canales de denuncia para el material no identificado.
Control tecnológico con argumento de seguridad
Según el gobierno chino, el objetivo es “proteger derechos legítimos de ciudadanos y organizaciones, y salvaguardar el interés público”, al tiempo que se “promueve un desarrollo sostenible de la inteligencia artificial”. La iniciativa responde a la creciente preocupación mundial por los riesgos asociados al deepfake, la desinformación y la manipulación política, áreas donde Pekín busca marcar la pauta regulatoria.
China ya venía aplicando controles estrictos sobre los algoritmos y el uso de IA generativa, pero esta medida supone un endurecimiento notable, al obligar a la transparencia en origen y distribución de contenidos. En paralelo, las autoridades han impulsado el desarrollo de grandes modelos de IA nacionales bajo supervisión estatal, en un contexto de competencia estratégica con Estados Unidos por el liderazgo en esta tecnología.
Con información de Europa Press