Los niveles de contaminación del aire en China están aumentando a medida que el país reinicia su actividad. Durante el parón forzado por el COVID-19, que detuvo el tráfico y varias industrias contaminantes, el país vio una caída significativa en las emisiones de CO2, pero los científicos climáticos ya entonces advirtieron que esas disminuciones serían temporales.

Según un nuevo estudio realizado por la organización de investigación independiente Center for Research on Energy (CREA), los elementos contaminantes en el aire en el país han excedido los niveles que presentaban a la misma altura del año pasado, algo que sucede por primera vez desde que comenzó el brote de coronavirus. El estudio analizó los niveles de contaminantes entre mediados de abril (cuando se retomó la actividad) y lo que va de mayo, y los comparó con los registrados durante el cierre vivido en los primeros meses del año. Esa comparación también se llevó a cabo respecto a los mismos períodos de 2019.

"Los niveles de contaminantes del aire se desplomaron durante el cierre nacional en febrero, tocaron fondo a principios de marzo y ahora han superado sus niveles anteriores a la crisis", señala el estudio de CREA,

El estudio señala que ere previsible que la reanudación de la producción y el transporte causarían un repunte de la contaminación del aire. Pero el aumento del nivel de emisiones puede significar notablemente que las industrias más contaminantes del país están liderando su restauración económica, lo que redunda en una "recuperación sucia".

"Los niveles de contaminantes atmosféricos en alza son una demostración de la importancia de priorizar la economía verde y la energía limpia en la recuperación de la crisis de COVID-19", dice el estudio. "Todos los ojos están puestos en China, como la primera gran economía en volver a trabajar después de un cierre".

Luego de imponer estrictos bloqueos durante las fases más duras de la pandemia, China ha comenzado a aliviar las restricciones en las principales ciudades de todo el país, incluidas Pekín y Shanghái, así como en Wuhan, donde el virus se detectó por primera vez el año pasado. In embargo, recientemente ha tenido que imponer de nuevo restricciones en áreas como la ciudad nororiental de Shulan, donde las autoridades reportaron la aparición de nuevos casos.

Aunque las medidas de distanciamiento social han llevado a una mejor calidad del aire en algunos países, los científicos especializados en clima han advertido que las caídas de emisiones son temporales, y que los legisladores y los consumidores tendrían que hacer esfuerzos concertados para lograr una diferencia realmente duradera.

"En términos de impactos físicos directos, sí, estamos viendo una desaceleración en algunas emisiones", dijo en abril Andrea Dutton, científica del clima de la Universidad de Wisconsin-Madison, en declaraciones a National Geographic. "Pero, por supuesto, lo que realmente importa son las emisiones acumulativas. Si la baja es de corta duración, realmente no está tocando más que la punta del iceberg", apuntó.