La salida de África de los antepasados del homo sapiens se produjo en dos procesos de dispersión migratoria muy diferentes en el tiempo y por las características ecológicas en que se produjo cada uno de ellos.

Un equipo internacional de investigadores, con participación de científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), ha analizado los restos fósiles de un homínido de gran tamaño perteneciente al Pleistoceno temprano, encontrado en el yacimiento de Ubeidiya (Israel) en 2018.

Se trata de los más antiguos hallados hasta la fecha en la zona del corredor levantino, y las conclusiones del estudio, que se han publicado en Scientific Reports, apuntan que las diferencias morfológicas de estos restos con los de otros homínidos del mismo periodo apoyan la teoría de que los antepasados del Homo sapiens salieron de África en al menos dos eventos de dispersión migratoria.

“Al inicio del Pleistoceno, la región del Levante mediterráneo, por su localización entre África y Eurasia, fue una importante zona de paso en las migraciones de diversos animales, entre ellos los homínidos, antepasados de los seres humanos”, ha explicado Markus Bastir, investigador del MNCN, en una nota de prensa.

Aunque en esta zona hay varios yacimientos relevantes, apenas se han encontrado restos de homínidos correspondientes a la época.

En este estudio analizaron los últimos fósiles de homínido encontrados de este periodo, una vértebra en el yacimiento de Ubeidiya, centrándose en varios aspectos como la edad del individuo al morir y otras características biológicas.

Los resultados muestran que la vértebra perteneció a un homínido juvenil de gran tamaño que falleció entre los 6 y los 12 años de edad, con patrones de formación de huesos más tardíos que los de los humanos modernos, ha explicado el investigador.

Además, los investigadores observaron diferencias importantes con otros fósiles humanos del Pleistoceno temprano encontrados en el yacimiento de Dmanisi (Georgia).

Estos son los más cercanos geográficamente a Ubeidiya pero más antiguos, con 1.8 millones de años y, además, relacionados con condiciones climáticas más áridas que las del yacimiento de Israel, lo que según los investigadores sugiere que los homínidos de ambos lugares presentarían adaptaciones distintas, como se observa en las diferencias de tamaño del cuerpo y de las herramientas empleadas.

El hecho de que se hayan encontrado ambos restos en una región de paso entre África y Eurasia indicaría, según los científicos, que la migración de un continente a otro se produjo en dos eventos de dispersión diferentes en tiempo y en características ecológicas; primero se desplazaron los homínidos encontrados en el yacimiento de Dmanisi y, después, los de Ubeidiya.

EFE