Veintiocho años de música. Desde 1996, Nonpalidece o Nonpa, como la apodaron, ha sido una usina de reggae en Latinoamérica, junto a bandas colegas del mismo país como Los Cafres y Los Pericos. Con altibajos, la banda de casi tres décadas se ha mantenido firme en la cultura.
Néstor Ramljak, vocalista de Nonpa, utiliza la analogía de una planta para referirse al momento en el que la banda se encuentra. Uno en el que, tras años de esfuerzo y trabajo, pueden recoger los frutos. También utiliza una flor que crece entre el cemento para hablar del disco que salió en pandemia, con nombre homónimo a la banda. Decidieron nombrarlo así por su naturaleza identitaria.
Hace poco tiempo lanzaron una reversión de “Love Song”, una de las canciones emblema de la agrupación, pero con la colaboración de Fito Páez, Fabiana Cantilo y Dean Fraser. Los primeros dos, íconos del rock argentino. El último, el mítico saxofonista jamaiquino que ha trabajado con grandes, incluso con el mismísimo Bob Marley.
A esos artistas les cuesta más, después de tantos años, hacer un disco redondo y que pegue igual que los clásicos. Como músico en una banda de 25 años, ¿existe una presión en ese aspecto?
Una presión, pero no que nos lleve a un lugar feo o que nos tenga malhumorados. Si queremos levantar la vara, siempre querés hacer algo mejor de lo que venís haciendo y cada disco te deja una enseñanza diferente. Nos fuimos a grabar un disco a San Luis, una provincia en el norte de Argentina, porque en el estudio podíamos grabar todos juntos. Queríamos grabar como se grababa el reggae en los 70, el sonido y la potencia del vivo, pero con el audio controlado en un estudio. Estuvo genial la experiencia, ese disco fue Activistas (2005), que además lo grabamos en otra afinación porque en un momento flasheamos con el 432. Siempre tuvimos cosas alternativas a solamente editar música.
La clave es ser consecuente y sincero con lo que uno siente. Si eso funciona así y el grupo se maneja así, hay cosas que dejan de importarte. En este momento de la música, además, donde los números tienen un lenguaje muy preponderante. Venimos de lo analógico, no termino de entender y me quiero desmarcar de todo lo que significa tener seis millones de visitas en treinta y cinco horas, porque sino parece que sos un perdedor. De hecho, vos vas al video de Fito y Fabi con Nonpa, no lo vi, pero si tiene veinte mil visitas es mucho. Para mí, es un gran logro que hayan todas esas personas, pero parece que en los momentos donde vivimos hoy, si no tenés veinticinco millones de reproducciones en cuatro días, la canción no funcionó. En esto que estamos haciendo ahora, haciendo featurings y colaboraciones, por ahí el sello te ofrece hacer una canción con alguien y no te suena, pero te presentan los números. Me parece que se pone muy exitista.
Entre eso, y que parece que los shows tienen que ser sold out, es como una psicosis que hay de estar todo el tiempo informando que se fue agotando. Después parece que el show no funcionó porque no pusiste el cartel de sold out, o se lo ponés igual porque la gente sabe que faltaban pocos. ¿Para qué? Si no estamos compitiendo contra nadie, estamos haciendo música y vos tenés ganas de venir a escuchar la banda porque te gusta, o te invitó un amigo. Por ahí es la primera vez y no conocés tanto. Por eso pienso que los conciertos son más que un grupo de músicos y un grupo de gente que va a ver esos músicos, hay mucho más. Implica otras cosas, por ahí arrancás en la tarde tomando unos mates para después ir a ver un recital y después te vas a comer. Es un momento social donde uno conecta con otras cosas y durante un tiempo podes desenchufarte de la hostil realidad, por lo menos la argentina.
Como músico argentino, ¿cómo creés que está siendo percibida la importancia que tiene la cultura en esos momentos?
La cultura en Argentina esta siendo sistemáticamente atacada, señalada y rotulada casi como la grasa de militancia. Ahora están discutiendo si cerrar el Incaa, que es un instituto que financia cine y están todos los actores a las puteadas. El presidente peleándose con Lali Espósito por Twitter por si cobró o no cobró un show estatal. Hay un nivel bajo de debate en estos momentos en Argentina con respecto al lugar que ocupa la cultura y esta visión que tienen de los mercados. Es realmente angustiante. No tanto el presidente en sí, porque siempre dijo lo mismo y para mí es un infeliz, pero todo el debate que se armó alrededor de sus seguidores y todo el aparato que tiene en redes sociales, cómo se comunica. Es abrumador.
Siento que la gente necesita reencontrarse con sus amistades, sus afectos, y un concierto le da una contención. Siento que por momentos somos como una válvula de descompresión de angustias, de enojos, y necesitamos reencontrarnos con un momento de felicidad y armonía. De repente vos te encontraste ahora con que tenés que ser experto en economía, saber si la plata va en plazo fijo o si la inflación se va a anexar a los bonos. Yo quiero levantarme y tener laburo, tomarme el bondi, ir a ver a mi vieja, comer un plato de fideos. Todo ahora es una situación de tener que dar explicaciones para todo, es realmente desgastante. Creo que la música de Nonpa pueden dar esos momentos de alivio mental.