El pelo muy rojizo y en un estilo wolf cut que recuerda a Jim Morrison, o a un joven Mick Jagger. Lleva una camiseta blanca estrecha y con estampados de skate. Cinturón ancho de cuero, jean oversize y cadenas. Piercings, caravanas y tatuajes. Federico Kolo Rosotti lleva su filosofía en la primera línea de defensa. En su ropa, en su rostro, en su piel. Siempre se sintió cómodo con la música, pero no la que sonaba en la radio de la casa de su infancia, sino con la de los sótanos de Montevideo y del mundo. Una música que no responde a consumo, métricas o algoritmos.

Hoy compone, toca la guitarra y canta en una banda que creó con el fin de ser ellos mismos. El trío Obelisco está integrado por Federico Rosotti, Andrés Martínez a la batería y la reciente incorporación de Camila Sena en bajo, voz y letras. La banda sufrió transformaciones y cambios en su integración. Encuentra sus orígenes en una búsqueda de un "misticismo espiritual" que le dio su nombre, y hoy buscan mantener intacto aquello que representa una razón de ser grupal.  

La banda se presentará este domingo en la Sala Rincón de Ciudad Vieja, acompañando a la banda argentina Buenos Vampiros, bajo la organización de El Bloque Radio. Se presentarán también otras bandas como Pólvora, Traumadoll e Incluso si Es un Susurro Soviético. El show tendrá lugar a partir de las 18:00 h y las entradas pueden adquirirse aquí.

Se dice muchas veces que el músico uruguayo no tiende a la copia de referentes externos porque entiende que acá no se puede vivir de la música, y que por eso hace lo que realmente le gusta. ¿Qué opinás sobre eso? 

Sí, claro. Y no solo en la música, sino en casi todas las ramas del arte. El uruguayo que hace arte es porque hace lo que quiere hacer para expresarse y para ser él o ella. No intenta pegarla, o si lo intenta es diferente. Para mí la definición de pegarla es tocar y que vaya gente. No es hacer plata, porque lo veo como algo casi inaccesible. A nosotros capaz nos va bien porque vendemos remeras, hacemos toques y generamos algo de plata para invertirla para grabar alguna cosita, y eso ya es un éxito. Poder hacer eso y autosustentar tus propias movidas es un lujo. Ya con eso estamos contentísimos, y está pasando ahora bastante. Hay buena energía en el ambiente.

¿Cómo ves el futuro musical de la banda?

Ya tenemos casi terminado el siguiente disco, y tiene un poco la misma aproximación de canciones distintas entre ellas. En este, Cami está incluso más presente todavía, y somos mitad y mitad en cuanto a las canciones. Hay algunas un poquito más heavy, más como tirando al metal, y otras ya casi garage rock, por así decirlo. Un punk más vintage de los ochenta.