Anita Balbis heredó los gustos musicales de su padre. En su casa se escuchaban los éxitos de los sesenta y los setenta. Ella, por su parte, se enamoró del jazz. Comenzó a cantarlo a los 16 años, y descubrió un género pasional que le generaba algo distinto. Un espíritu que no encontró en otro lugar.
Se vino de Paysandú en 2019 buscando un lugar donde tocar. En su búsqueda conoció a Paco Pintos, con quien desarrolló una banda tributo a Amy Winehouse. Uno de esos intentos de rescatar antiguos valores musicales. Formas de hacer música que, según explicó en entrevista, quedaron en el olvido.
Y en medio de estas incursiones y proyectos incipientes, hoy presenta Jazz Blues Corner. Un cuarteto que promueve ambos géneros en una mezcla pensada para públicos más jóvenes. Plantea el acercamiento a un estilo musical que entiende no tan consumido al día de hoy, pero que tiene mucho para ofrecer. La presentación tendrá lugar el miércoles 17 en El Rincón de Silverio, y los lugares se reservan por llamada telefónica.
¿Por qué hacer un cuarteto de jazz?
La idea surge de juntarnos con Nacho, Pablo y Martín a compartir nuestro gusto por el jazz y el blues, y de versionar clásicos de jazz. Ellos son músicos increíbles, y los cuatro siempre apuntamos a hacer algo distinto. A traer versiones distintas, tratar de salirnos de lo que se hace siempre.
¿Qué permite el evento que realizan el 17 de diciembre? ¿Buscan promover el jazz en públicos no tan familiarizados con el género?
Sí, acá pasa mucho que el jazz en realidad tiene un público de gente mayor, y está bueno poder integrarlo más para que los jóvenes empiecen a escucharlo. Está bueno acercarlo porque es increíble musicalmente.
¿Cómo se dio la conformación del grupo? ¿Por qué quisiste trabajar con ellos?
Yo, particularmente, soy de trabajar con muchos músicos, y fui a verlos a ellos cuando tocaban como trío. Me explotaron la cabeza. Para mí son increíbles músicos, los admiro mucho. Y tanto por los temas instrumentales, versiones de Chapital que hacían, y esto de traer temas no tan conocidos, clásicos jazzeros y eso, se me ocurrió proponerles el sumarme y armar como un cuarteto. Tener una voz ahí. Lo que ellos venían haciendo era instrumental, y se me ocurrió que podía estar bueno darle una impronta con cantante.
Jazz Blues Corner está inspirado en clubes de los años cuarenta y cincuenta; persigue una estética clara. ¿Qué encontraron en esas décadas que les servía desde lo creativo?
El nombre del cuarteto lo propuso el Chapa, corner es esquina. Imaginamos esos bares antiguos, la gente acodada en la barra tomándose un whisky y escuchando una banda jazzera. La onda fue esa.
Contaste que buscan proponer algo diferente, original. ¿Le falta originalidad a la música actual?
Lo que le falta a la música de hoy es autenticidad, personalidad y sentimiento. Particularmente, siento que el artista de hoy saca música más que nada pensando en hacerse famoso o tener éxito. Para mí es algo mucho más que eso; yo canto porque realmente lo necesito para mí en mi día a día. El jazz es un género supersentido; entonces falta eso, sentimiento. Yo por ejemplo canto mucho en inglés, el idioma lo entiendo y me pierdo en las letras. Está genial.
¿Recordás cómo fue tu inmersión en el jazz? ¿Por qué conectaste con ese género y no otro?
Desde muy chica, en mi casa. Yo siempre le atribuyo mi conocimiento musical y el buen gusto a mi padre. No es un tipo que solamente escuchaba jazz, pero sí bandas de los sesenta-setenta. Después mucho Tony Bennett, Frank Sinatra, cantantes jazzeras. Empecé a ejercer el género a eso de los 16-17 años con una banda sanducera que se llamaba La Silenciosa Jazz. Ellos me habían escuchado cantar y me propusieron sumarme en su proyecto instrumental de jazz. Empecé a sumergirme más en lo que es el género, conociendo cantantes y eso. Traté de no correrme de ahí.
Naciste en una casa con la música muy presente. ¿Hasta qué punto considerás que la figura de tu padre te marcó a nivel profesional?
Yo creo que todo viene desde la niñez, lo bueno y lo malo. Creo que si yo no hubiera escuchado lo que mi padre escuchaba no se habría dado así. Me lo enseñó.
Tenés un grupo tributo a Amy Winehouse. ¿Cómo surgió la idea?
Fue idea mía y de Paco Pintos. Amy es una artista a la que yo admiro mucho y también aprendí mucho de ella. Siempre trato de hacer cosas distintas, me gusta no ser igual a los demás. Cosas de Amy acá no he visto muchas, no he escuchado. Se me ocurrió hacer algo prolijo, respetuoso y full band, algo a lo grande, que es lo que pudimos lograr hacer. Surgió la idea, se lo planteé a Paco que es el bajista de la banda, y le dimos para adelante. Me acuerdo que llenamos como tres fechas de la Sociedad Urbana, estuvo genial, y ahora por suerte tenemos más fechas.
¿Cómo conociste a Paco Pintos?
Yo soy de Paysandú, me vine para acá en el 2019. Lo primero que hice fue buscarme un trabajo y empezar a buscar lugares donde tocar para conocer músicos acá. En Paysandú, lamentablemente, no hay muchos músicos ni oportunidades donde tocar. Me acuerdo que fui a una jam session en el Shannon, ahí en Ciudad Vieja y conocí a Paco, que también era de Paysandú. Nos hicimos muy amigos, compartimos pila de proyectos.
¿Cuáles son tus proyectos a futuro?
Tenemos este Jazz Blues Corner el 17, que va a ser el debut del cuarteto. Se tienen que reservar los lugares llamando al número del restaurante. Después, el jueves 18 toco a dúo con Nacho Labrada en Viento Sur, que es un boliche en Ciudad de la Costa, que también apunta a la misma propuesta, pero en un formato más reducido. Mucho más íntimo todavía. El sábado 20 vamos para Pueblo Narakan en Punta del Este con el tributo a Amy, y el 31 de diciembre voy a estar en Colonia en un evento privado, pero también con jazz. Voy a estar con Santiago Lenoble y Álvaro Cardozo.