Las personas que trabajan en ambientes sin ventanas o con escaso ingreso de luz natural pueden dormir hasta 46 minutos menos que quienes trabajan cerca de una ventana o fuente de luz.
Así lo concluyó un estudio publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine, que destacó que quienes trabajan en lugares iluminados naturalmente no solo duermen más minutos, sino que tienen un sueño con menos interrupciones y de mejor calidad.
Las conclusiones del estudio, conducido por un equipo de científicos estadounidenses y taiwaneses, apuntan a que el ambiente laboral es crucial para la regulación del reloj biológico.
Además de la calidad del sueño, los investigadores encontraron que quienes trabajan en lugares sin ventanas tenían una menor predisposición a realizar ejercicio, derivado de haber dormido menos o peor, informó el Daily Mail.
El experto en sueño Neil Stanley afirmó que el cuerpo necesita exponerse a la luz natural para mantener normalmente sus patrones de sueño.
"La luz es esencialmente lo que le dice a nuestros cuerpos que hay que estar despiertos y la oscuridad le dice que hay que dormir", apuntó, y destacó que no es un tema de buena o mala iluminación en las oficinas, sino del tipo de luz que no es igual a la proveniente del sol y por ende no tiene efectos en el reloj corporal.