Aquellos jóvenes que viven en un núcleo familiar bien cohesionado o que al menos tienen una madre más afectuosa, cuentan con mayor posibilidad de evitar el consumo de drogas, entendiendo el alcohol y el tabaco como parte de éstas.
Una investigación realizada en la Universidad de Sevilla concluye que las relaciones paterno filiales son "muy importantes e influyentes en el consumo de drogas".
Águeda Parra e Inmaculada Sánchez -dos de las profesoras encargadas del proyecto- señalan en declaraciones recogidas por ABC un punto a favor en la cultura hispana respecto a la anglosajona. En nuestro ámbito "para tener un buen desarrollo, los jóvenes no necesitan distanciarse emocionalmente de sus padres y madres, cosa que sí ocurre en otros lugares del mundo como Estados Unidos o países anglosajones, donde la autonomía es más necesaria".
Este estudio forma parte de una investigación mucho más amplia que pretende ahondar en el proceso de transición a la vida adulta. Según los expertos, esta etapa apenas es estudiada pero tiene una gran importancia "porque supone la antesala del mundo adulto y, en ella, los jóvenes irán adquiriendo responsabilidades y tomando decisiones que condicionarán gran parte de su futuro".
Sánchez también destaca que "el ser adulto" no es una cuestión solo de edad, sino que también está ligado con el contexto socioeconómico y cultural de cada país.