Chile le dio un cachetazo a la historia y venció a Uruguay con enorme sufrimiento y una gran mano del impresentable Sandro Ricci, un árbitro brasileño de dudosa credibilidad que expulsó a Cavani por un golpe que nunca llegó a destino y luego, por las dudas, echó también a Fucile a raíz de una falta que ni siquiera fue.

El dueño de casa hizo los méritos futbolísticos para llevarse la clasificación, puso el fútbol en el Estadio Nacional de Santiago y estuvo a la altura del público que lo acompañó buscando un logro histórico. Fue cierta su superioridad, así como también la ayuda de la terna.

La Celeste empezó sorprendiendo arriba con los primeros minutos con una buena incursión de Rolan que no pudo capitalizar Cavani y con una llegada de Cristian Rodríguez a la salida de un rebote. Fue de las pocas veces que inquietó en todo el primer tiempo el equipo visitante, que luego se arrimó a los 21’ con un disparo desviado de Carlos Sánchez.

Chile no tardó en asumir la iniciativa con su habitual tenencia de pelota y precisión mezclada con velocidad para manejarla. A puro vértigo el elenco de Sampaoli cargó el juego por su sector derecho y generó superioridad numérica con el circuito Isla-Vidal complicando a Fucile. Valdivia era el eje y los hacía jugar.

Los chilenos llegaron hasta las proximidades del área charrúa pero casi no pudieron pisarla en esa primera mitad. De hecho, inquietaron a Muslera con dos disparos desde afuera. Aránguiz remató débil al medio del arco desde la medialuna a los 26’ y Vidal exigió a Muslera 10 minutos más tarde con un potente derechazo.

Recién sobre el tramo final del primer tiempo Uruguay pudo avanzar en bloque con jugadas de pelota quieta, pero sin ganar por arriba. Con el balón en movimiento el más criterioso fue Sánchez, al tiempo que Rolan erró más pases de los que acertó y a Cavani le llego poco juego.

El salteño fue clave en el desenlace del partido, justo cuando estaba creciendo en su aporte por despliegue y entrega. Sin embargo, a los 62’ se fue expulsado por reaccionar ante una provocación de Jara. El defensor chileno exageró, el árbitro compró y el goleador del PSG dejó a la Celeste con un hombre menos.

Con el trabajo a destajo de Sánchez por derecha Uruguay se arrimaba esporádicamente, pero el dominio del partido seguía siendo de los chilenos. No obstante, el elenco de Sampaoli creaba pocas oportunidades, aún con los ingresos de Matías Fernández y Pinilla.

El despliegue de Arévalo Ríos y el Tata González en el mediocampo, la firmeza de Pereira y Fucile en los laterales y la seguridad de Godín y Giménez en la zaga mantenían a la Celeste con el arco en cero y camino a los penales, hasta que a los 81’ llegó el 1-0.

Muslera salió a cortar un centro pero el rebote quedó a medias, Valdivia recogió el balón y dejó solo a Isla para un derechazo bajo y potente que batió la resistencia uruguaya. Si el panorama ya era complicado, más aún a partir de la insólita expulsión de Fucile por una falta inexistente a los 88’. Ricci terminó de hacer su mandado y Chile clasificó.

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