Se estima que por lo menos un veinte por ciento de la población canina sufre de este síndrome en algún momento de su vida, en la etapa de cachorro es cuando más se da, pero puede verse en perros adultos que no fueron correctamente tratados e inclusive en perros ya entrados en la tercera edad.
El síndrome de ansiedad por separación es una angustia irracional y desmedida que sufren los perros ante la ausencia de su dueño cuando este abandona el hogar. Muchas veces cometemos el error de pensar que el perro tiene miedo a estar solo, pero en realidad no es a la soledad sino a la ausencia de su referente humano.
Las causas de este síndrome son muy variadas y el poder identificar claramente qué es lo que produce el problema en nuestro perro, es fundamental para poder encontrar la mejor manera de solucionarlo.
Puede ser producido por:
- Pasó la novedad del cachorro en casa, al llegar un nuevo cachorro por lo general lo recibimos en vacaciones o fines de semana, al retomar la rutina normal el cachorro siente la falta de atención y desemboca en este síndrome.
- Perros que vivían en un canil y pasan a vivir en un hogar, estos perros se veían encerrados y ante la ausencia de su referente humano, vuelven a sentir ese encierro que les produce una enorme angustia.
- Cambios en la integración familiar, al ser un animal social la ausencia de una persona de forma permanente puede generar este problema si no se maneja de la manera correcta.
- Problemas de imprinting.
- En perros gerontes, la perdida de sentidos puede generar este síndrome.
Es fundamental reconocer este síndrome a tiempo para evitar que derive en un problema mayor y más difícil de solucionar, podemos reconocerlo claramente si nuestro perro presenta las siguientes particularidades:
- Su comportamiento cambia cuando esta solo con respecto a cuándo estamos con él.
- Su ansiedad aumenta al momento que vamos a salir.
- Durante nuestra ausencia: ladra, aúlla, araña puertas y ventanas, defeca y orina dentro de la casa, genera destrozos, vomita y en casos extremos, tiembla o se autolesiona.
- Al volver a casa su ansiedad es muy alta y le cuesta calmarse.
De cualquier manera, siempre es mejor prevenir que curar y recomiendo profundamente invertir esfuerzos en esto, este síndrome puede prevenirse de la siguiente manera:
- Evitar el hiperapego del perro para con nosotros.
- Salidas graduales, acostumbrar de a poco al perro a nuestra ausencia.
- Ignorarlo antes de salir.
- Al llegar ignorarlo hasta que se calme.
Muchas personas cometen errores a la hora de intentar corregir el problema y terminan empeorándolo, debido a esto es sumamente importante saber qué es lo que no debemos hacer:
- Reducir el área de actuación del perro, encerrar a nuestro perro no solucionará el problema, simplemente lo sufrirá con el agregado de que se siente encerrado, esto solo potenciará el problema.
- Incorporar otro perro al hogar, este es un error común que deriva del concepto de que el perro tiene miedo a estar solo cuando en realidad, como dijimos anteriormente, es producido por la ausencia del humano.
- Castigar de forma excesiva.
- Volver a casa luego de salir para castigar.
Si identificas este problema en tu compañero de cuatro patas no te alarmes, tiene solución, lo más recomendable a la hora de pensar en formas de solucionarlo es:
- Ejercicio, una actividad física intensa mantendrá a tu perro calmado y evitará que se enfoque en tu ausencia ya que está cansado y quiere relajarse.
- Juguetes interactivos y o feromonas, muchos productos que encontramos en el petshop nos ayudan a sobrellevar este problema y reducir sus efectos hasta desaparecer.
- Juegos de olfato, dejar premios de comida escondidos por la casa para que nuestro perro los busque mientras no estamos lo mantendrá distraído y evitara que se enfoque en su angustia.
- Normalizar estímulos, muchos perros reaccionan al sonido de las llaves o a vernos tomar la campera del perchero, realizar estas acciones sin previo aviso y sin asociarlas a la salida de casa hará que nuestro perro deje de reaccionar a esto.
- Reforzar los momentos de calma, cuando tu perro se calme dale lo que más le guste, un mimo suave a favor de pelo, un premio de comida o su juguete, es el momento de interactuar con él.
Si tienes problemas para lidiar con este síndrome lo más aconsejable es consultar un profesional, un educador canino podrá guiarte hacia la mejor manera de solucionarlo sin empeorar la situación.