Un diario de Gualeguaychú atribuyó a la instalación de Botnia el hecho de que en la playa Las Cañas, de Fray Bentos, se recomiende no bañarse hasta 24 horas después de la ocurrencia de lluvias. En realidad, este consejo existe desde hace años y nada tiene que ver con la pastera finlandesa.
Por Lic. Luis Anastasía
El 3 de febrero el diario El Argentino (http://www.diarioelargentino.com.ar), de Gualeguaychú, publicó una nota corta, contundente y, por supuesto, con conclusiones drásticamente equivocadas.
En esa nota el periodista hace referencia a la certificación como playa natural alcanzada por la playa Las Cañas. Curiosamente lo que le llama la atención es que, entre otra información, en el cartel se expone una recomendación: "Evite bañarse en la playa hasta transcurridas 24 horas después de lluvias". Esto le da pie para extraer su propia conclusión que, obviamente y como no puede ser de otra manera, está relacionada con la operación de Botnia. Dice el periodista "La recomendación se realiza después del funcionamiento de la planta de Botnia en esa localidad, dado que nunca antes en toda su historia ni en ninguna playa de la costa del río Uruguay en ambas márgenes, existe precaución similar".
No voy a acusar de ignorante al periodista autor de la nota, pues a pesar de que alguien que ejerza esta profesión debe en primer lugar informarse y corroborar la información antes de publicarla, supongo que entre tantas noticias y datos que le llega no habrá tenido tiempo de hacerlo. Así que por ahora lo dejamos con el beneficio de la duda y supongamos que fue únicamente por apresurado que llegó a esa falaz conclusión.
Analicemos cual pueda ser la verdadera razón del efecto de la lluvia; veremos que es muy sencilla y además nada tiene que ver con Botnia.
Hace 20 años Uruguay comenzó a realizar un monitoreo sistemático de la calidad de aguas de playas. Este monitoreo se fue expandiendo y actualmente cubre casi todo el país realizado en conjunto por la Dirección Nacional de Medio Ambiente y los gobiernos departamentales. En la toma de muestras se relevan datos tales como las demandas biológica y química de oxígeno (DBO y DQO), oxígeno disuelto (OD), valor de acidez (pH), presencia de coliformes fecales (unidades formadores de colonia de EC), sólidos en suspensión y aceites y grasas entre otros.
De acuerdo a los niveles registrados de los parámetros relevados se habilitan las playas cuando el agua es apta para recreación por contacto directo, según la normativa vigente.
Posteriormente se consideró la certificación como playa natural. Esto implica que no sólo se evalúan los parámetros que identifican la calidad del agua sino que se agregan otros valores del entorno como la calidad del aire y del suelo, gestión de residuos, servicios varios a los asistentes a la playa, las actividades realizadas en el entorno no deben afectar la calidad del aire o generar ruidos y olores molestos. Esta evaluación se realiza a través de estrictos protocolos basados en estándares internacionales y en la normativa nacional.
Montevideo fue la primera ciudad capital de la región que tiene cuatro de sus playas con la calificación de Playa Natural Certificada, dada por la UNIT y la Asociación Española de Normalización y Certificación AENOR
Sobre el río Uruguay Paysandú ya cuenta con dos de sus playas como Playa Natural Certificada.
Las Cañas, luego de todo el proceso respectivo, ha obtenido también la calificación de Playa Natural Certificada que en este caso fue otorgada por el Laboratorio Tecnológico del Uruguay y QualityAustria (LATU Sistema/LQA).
¿Y a todo esto que tiene que ver la lluvia y a qué se debe la advertencia?
Cuando llueve se producen arrastres superficiales hacia los cuerpos de agua que alteran momentáneamente los parámetros que definen a una playa como apta para baños o más allá, como Playa Natural Certificada, especialmente en lo que respecta a un aumento puntual de la concentración de coliformes fecales (o más correcto en la actualidad es coliformes termotolerantes). Esta advertencia, sea ahora o desde 20 años atrás, sea playa apta para baños o certificada como natural, ha estado siempre en este lado del río Uruguay, del Río de la Plata y del Océano Atlántico.
A mí en realidad lo que me resultaría muy extraño es que la misma advertencia no se realice en las playas de Argentina.
