Contenido creado por Sergio Pintado
Política

Hombres de partido

Los apoyos de la oposición

Los diputados nacionalistas Luis Lacalle Pou y José Carlos Cardoso, así como el colorado Aníbal Gloodtdofsky fueron los representantes de la oposición que, si bien votaron en contra del proyecto sobre marihuana, se manifestaron a favor de la regulación y respaldaron algunos de los artículos del proyecto sobre marihuana.

31.07.2013 19:04

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2013-07-31T19:04:00-03:00
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Apenas culminada la esperada argumentación del diputado Darío Pérez, se siguieron las alocuciones de dos legisladores de la oposición que, si bien votaron en contra del proyecto en general, se diferenciaron de sus compañeros de bancada por el contenidos de sus discursos.

El primero de ellos fue el nacionalista Luis Lacalle Pou, quien comenzó recordando que "miércoles 10 de noviembre de 2010, a la hora 11:30, ingresó al Parlamento nuestro proyecto sobre lucha contra el narcotráfico". En ese sentido, consignó que su proyecto proponía que solventaba el tratamiento contra las adicciones, controlaba a quienes conducían bajo los efectos de las drogas y permitía el autocultivo.

"No escuché a nadie del gobierno apoyar ese proyecto", afirmó Lacalle Pou, agregando: "¿Sabe lo primero que escuché? Una invitación para que retire el proyecto de ley porque había cosas que no compartía". El legislador señaló que en ese momento concurrió "ilusamente" a un encuentro con diputados del Frente Amplio en la que "me terminan diciendo que el Frente Amplio nunca iba a votar un proyecto firmado por mí".

El nacionalista criticó el origen que tuvo el proyecto de ley que se consideró este miércoles, indicando que "lo metieron entre un montón de medidas contra la inseguridad, lo mandaron a la paliza al ministro Fernández Huidobro que no sabía ni lo que era, y después el tema pasó por un tornasol, en que se escuchó de todo".

En ese sentido, cuestionó que la bancada oficialista "terminó haciendo una cosa tan uruguaya que es crear un instituto". "Un instituto para una cosa en la que lo único que quiere la gente es que no lo moleste", añadió. Además, cuestionó la necesidad de que los consumidores deban registrarse, sosteniendo que "acá lo que hay que buscar es más libertad, no más leyes rígidas de cumplimiento flexible".

Lacalle Pou auguró problemas en torno a las disposiciones sobre campañas educativas y difusión de los riesgos del consumo, ilustrando como el gobierno "no puede financiar una ambulancia ¿y van a hacer campañas en todo el país? Sabemos que no es cierto".

Al finalizar su alocución, y a pesar de exponer su posición favorable a la regulación, anunció que su voto en contra "por entender que este proyecto tiene una visión miope". De todos modos, comprometió su apoyo al artículo referido al autocultivo.

Aníbal Gloodtdofsky disciplinado

Luego, el diputado colorado Aníbal Gloodtdofsky argumentó a favor del proyecto de ley, pero explicó que no lo votaría por "disciplina partidaria".

De todas formas, el legislador repasó los efectos negativos del consumo. "Acá estamos hablando de cannabis, no de plantas de sandía", sostuvo, agregando que "es una sustancia que es nociva como tantas otras, y tiene todas las contras que se han enumerado". Sin embargo, fue tajante al afirmar que "justamente allí en ese perjuicio está la razón absoluta e indiscutible por la que tiene que ser regulada".

"¿Cómo puede ser que nos demos el lujo de discutir acerca de la regulación de todos tipos de sustancias y miremos para el costado con respecto a esta?", apuntó, consignando que "regulamos el tabaco, el alcohol, la mayonesa, el ketchup".

Gloodtdofsky defendió que el consumo como "un acto de libertad sobre el que nunca, nunca, puede intervenir poder alguno, en tanto no comprometa a terceros" y dijo que "lo que se hace en la alcoba, en el sagrado inviolable que es el hogar" no debe ser prohibido. En ese sentido opinó que "el uso no debe ser un problema, lo que tenemos que trabajar es el abuso y es en el marco de la ley que el Estado puede proteger a la sociedad".

Según el legislador, el artículo 44 de la Constitución le otorga al Estado el deber de proteger la salud de la población, por lo que llamó a los legisladores a cumplir con ese "mandato".

"Hay miles de ciudadanos adictos a la pasta base y nosotros estamos frívolamente discutiendo sobre el consumo de cannabis. Es nuestra obligación regular para proteger a la sociedad y curiosamente buscamos la más neoliberal de las soluciones: lo dejamos librado al mercado, que canaliza esas intenciones en marcos delictivos".

Ese punto dio pié a Gloodtdofsky a afirmar que el narcotráfico es "la multinacional más grande y más perversa que existe, porque incluye industria, producción agrícola, transporte y distribución en todas las áreas". "En esa multinacional dejamos a nuestra gente y a los más jóvenes", concluyó.

El diputado colorado se apoyó en el discurso de su antecesor Lacalle Pou para cuestionar las "incongruencias" del marco normativo actual, especialmente en lo que concierne a la legalidad del consumo y la prohibición de formas de conseguir las sustancia.

El legislador señaló los problemas de la "discrecionalidad" que la ley otorga a los jueces, insistiendo en que "muchas veces alguien que porta una cantidad razonable de una sustancia para consumo propio es llevada a la cárcel por un juez y otra, con la misma cantidad, continúa caminando tranquilamente". Para el diputado, "ese vacío tiene que ser corregido".

Si bien dijo ser "un hombre de partido" que acata la decisión de la bancada colorada, Gloodtdofsky anunció tras su participación el voto positivo a algunos artículos del proyecto. En ese sentido, explicó que su voto debía ser considerado "el apoyo de este diputado batllista a este marco regulatorio".

 

Cardoso compartió algunos puntos

 

Por su parte, el también nacionalista José Carlos Cardoso se expresó en la misma línea que lo había hecho en lo previo, defendiendo la necesidad de regular el mercado. De todas formas, durante su discurso puso énfasis en el punto de vista del combate al narcotráfico y cuestionó que el tratamiento parlamentario de la iniciativa se haya centrado casi exclusivamente en los aspectos sanitarios.

"Estamos ante un problema enorme de inseguridad, que es el que promovió este debate", dijo el legislador, añadiendo que "el Uruguay ha venido perdiendo sus niveles de vida a partir de la pérdida de seguridad pública". Para el diputado rochense, "no asociar eso con la distribución y venta de drogas es no ver la realidad en la que vivimos".

Cardoso se puso firme en la importancia de considerar ese enfoque, al que consideró más relevante que el del consumo. El legislador consideró que el proyecto debió haber sido tratado en la Comisión de Constitución y Códigos y no en la de Adicciones, porque se trata de "una forma de combatir ese cáncer de la sociedad uruguaya que es el narcotráfico".

El legislador puso como ejemplo lo que sucede con el tabaco y el alcohol, sustancias que "sólo pueden ser abordadas desde la problemática de la salud" porque está resuelto el problema del tráfico. "No genera tráfico porque a nadie se le ocurre formar una organización para vender cigarrillos ilegales o nadie tiene una mafia para vender alcohol, así como nadie comercializa psicofármacos en las esquinas", ilustró.

"Entonces el camino tiene que ser la legalización", remarcó Cardoso, exponiendo su posición favorable a la regulación del mercado. Sin embargo, señaló que el proyecto formulado por el Frente Amplio "me resulta muy poco, más bien con una mirada recortada y en el fondo distorsionada, porque terminamos diciendo ‘bueno no está tan mal el consumo'".

En efecto, el nacionalista aseguró que "el debate se ha confundido" y comentó como la población no tiene claros los efectos que tendrá el proyecto. "Alguien me ha dicho que con esta ley va a ser un relajo de marihuana pero ¿qué relajo?, ¿ya no lo es? Yo vivo en La Paloma y todos los veranos cuando bajo a La Aguada todo el mundo está fumando marihuana". En ese sentido, agregó que la marihuana "está en todos lados, no es algo que va a venir, es algo que está instalado desde hace ratos y funciona como un negocio perfecto".

Cardoso también cuestionó el registro propuesto en el proyecto de ley: "¿ustedes creen que los consumidores de marihuana se van a registrar o van a terminar registrando a la abuela, y el registro se va a llenar de personas de la tercera edad?".

Si bien, y siguiendo el mismo patrón que otros legisladores, anunció su negativa al proyecto para "votar con mi partido" porque "uno no cae acá en paracaídas", Cardoso explicitó su apoyo a "la intención original que estaba en la cabeza de quienes pensaron en esto".

A favor y en contra


El diputado frenteamplista José Bayardi se mostró partidario de la "libertad reglada para consumir como una extensión de los derechos de los ciudadanos", y apuntó que, en este caso, Uruguay estaría "asumiendo un compromiso histórico, el de dejar del fracaso del prohibicionismo para encarar la solución al problema, pasando de un problema penal a un tema de salud pública".

El nacionalista Jorge Gandini, en tanto, que argumentó en contra del proyecto, opinó que "no es buena técnica pretender solucionar un problema generando otro más grande que el que se tenía", y que "eso es lo que va a lograr este proyecto de ley". Gandini preguntó de qué forma se va a garantizar el funcionamiento del aparato de contralor, y agregó que "no hay presupuesto ni tiempo constitucional para implementar el aparato burocrático, porque, si eso no se controla, el delito está permitido".

A su turno, el socialista Nicolás Núñez dijo que quienes están más expuestos a la violencia del narcotráfico son "los hijos de los trabajadores", y subrayó que "es mentira que no haya personas presas por autocultivo". "No negamos los problemas que genera la marihuana. Pero mucho peor es el daño causado por el prihibicionismo", añadió el diputado, y dijo que, si se esgrime como "amenaza" el salir a juntar firmas contra esta ley, encontrarán a su sector "defendiéndola".

El diputado del FA Julio Battistoni, en tanto, preguntó por qué es ilegal la marihuana, y recordó que su ilegalización en Estados Unidos "poco tuvo que ver con la salud pública".

Los nacionalistas Carmelo Vidalín y Pablo Abdala dijeron que votarían en contra. El primero, por considerar que este tema debe ser refrendado por una consulta popular, y el segundo por considerar que, en este caso, "el gobierno está improvisando, experimentando".

 

El inicio del debate

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