Contenido creado por Gerardo Carrasco
Fútbol uruguayo
La del 50

Historia de las finales clásicas

Siguiendo con las finales clásicas por Campeonato Uruguayo, aparecen las de la década del 50. Primero la de 1952 que fue una paliza tricolor, con una superioridad mucho mayor que el 4-2 definitivo. Luego la de 1959, disputada en marzo del año siguiente, fue favorable a Peñarol 2-0 y significó la clasificación para la primera Copa Libertadores.

09.05.2010 20:13

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2010-05-09T20:13:00-03:00
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1952

Los grandes volvieron a verse las caras en la definición de un torneo en el que la ventaja respecto a los chicos volvió a ser enorme. Manyas y bolsos igualaron con 31 puntos y el tercero fue Rampla Juniors con 19, luego de dos ruedas de diez equipos todos contra todos.

El primer clásico del año se lo había quedado el conjunto carbonero por 2-0, pero el segundo fue victoria tricolor en la penúltima fecha 1-0 igualando la línea de su tradicional adversario.

La final tuvo lugar el 25 de febrero de 1953 en el Estadio Centenario, ante algo más de 30.000 espectadores. Fue 4-2 para el elenco albo, aunque pudo ser una goleada mayor. Al cabo del primer tiempo iban 4-1 y Peñarol estaba con 9 hombres, por las expulsiones de Alcides Ghiggia y Oscar Omar Míguez por parte del árbitro Juan Carlos Armental.

Los goles tricolores fueron obra de Julio Pérez, Javier Ambrois y un doblete de Jorge Enrico, quien se consagró como máximo artillero de la temporada con 15 conquistas en 20 compromisos. Por los mirasoles, anotaron Míguez y José Emilio Santamaría en contra.

Por el lado del vencedor, el entrenador Enrique Fernández alineó a Aníbal Paz; José Emilio Santamaría y Walter Holdoway; Waldemar González, Néstor Carballo y Luis Alberto Cruz; Rafael Souto, Javier Ambrois, Héctor Rial, Julio Pérez y Jorge Enrico.

En el elenco aurinegro, entre otros, jugaron Víctor Rodríguez Andrade, Obdulio Varela, Alcides Ghiggia, Juan Alberto Schiaffino, Oscar Míguez, Julio César Abbadie y Ernesto Vidal.




El tricolor Juio Pérez

1959

Ese año el torneo tuvo 10 participantes que se enfrentaron a dos ruedas y los grandes igualaron en la cima con 26 unidades, cuatro más que Racing. Tal como sucedió en el año 52, Peñarol se quedó con el primer clásico por 2-0 y Nacional ganó el segundo 1-0 en la penúltima fecha, empatando la primera posición.

A fines de ese año no se jugó la final por culpa de un Campeonato Sudamericano Extra en Ecuador, cuyo único fin era inaugurar el Estadio Modelo de Guayaquil. Peñarol se negó a ceder sus jugadores al seleccionado uruguayo, que igualmente se alzó con el título.

La definición se estiró hasta el 20 de marzo de 1960, y el dirigente aurinegro Washington Cataldi aprovechó esa demora para conseguir en la AUF la habilitación de dos incorporaciones: el argentino Carlos Abel Linazza y el ecuatoriano Alberto Spencer, quien llegó recomendado por Juan López y dejó una buena impresión en el reciente Sudamericano de diciembre.

Con 70.000 personas en la tribuna y una superioridad que fue mayor que la reflejada en el score, el elenco ganó 2-0, con goles de Luis Cubilla a los 78' y Linazza a los 87' de penal. Luego de esa segunda conquista, se desató una batalla campal que culminó con cuatro expulsados de cada lado.

El triunfo le dio a Peñarol el título por segundo año consecutivo y lo encaminó hacia su primer quinquenio de oro (1958-62), además de darle el pase a la primera Copa Libertadores de la historia, en la cual debutó apenas unos días más tarde (19/4 ante Jorge Wilstermann).

En aquel equipo que meses después consiguió la primera de sus cinco estrellas continentales, jugaron aquella tarde Luis Maidana; Williams Martínez y Salvador; Santiago Pino, Néstor Gonçalvez y Walter Aguerre; Luis Cubilla, Carlos Linazza, Juan Hohgberg, Alberto Spencer y Carlos Borges, dirigidos por Roberto Escarone.

A su frente, los nombres más destacados eran los de Roberto Sosa, Horacio Troche, Ruben González, Héctor Salvá, Héctor Rodríguez, Walter Gómez y Guillermo Escalada, dirigidos por Ondino Viera.

Para volver a definir un título frente a frente, debieron esperar al Campeonato Uruguayo de 1986, cuya final se jugó en enero del año siguiente.

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