Así lucha Amsterdam contra la obesidad infantil

La estrategia de la ciudad holandesa no pasa por crear impuestos sino por educar sobre alimentación. Estas son algunas de las medidas que han tomado para reducir la obesidad. En tres años lograron abatir la cifra de obesidad infantil en un 12%.

Una nota publicada en Vitónica, que recoge la nota The Guardian, repasa que una de las principales línea es prohibir que los niños lleven jugos al colegio, solo se les permite agua o leche.

Para la celebración de cumpleaños en clase, a la que se solían llevar tortas y golosinas, la escuela produjo un "menú" de golosinas saludables, como naranjas o zanahorias, que eran decoradas de manera estratégica para el festejo.

Clases de cocina saludable en los colegios: para aprender a realizar diferentes platos saludables, incluyendo platos de diferentes etnias.

El otro frente, a cargo de Eric van der Burg, diputado mayor de salud y deportes, quien además lanzó el programa, consiste en promover la actividad física. De hecho, la ciudad se convirtió en la primera patrocinadora de un torneo de básquet europeo que se desarrollará a mitad de año. Estas actividades no pueden ser patrocinadas por bebidas azucaradas ni restaurantes de comida rápida.

Precios subvencionados para centros o actividades deportivas para familias con pocos ingresos. Esta medida es importante, ya que muchas veces un bajo nivel socioeconómico es sinónimo de mayor índice de obesidad.

Se hace hincapié en la importancia del sueño. Dormir bien influye en un correcto balance de nuestro estado hormonal, algo que tiene mucho que ver con el apetito. Se hacen reuniones con los padres para intentar establecer unos correctos hábitos de sueño para los niños.