Contenido creado por Martín Otheguy
Locales

Detrás del dolor

Los misterios sin resolver del caso Luciano y los puntos contradictorios a aclarar en la Justicia

El informe forense pedido por los dueños del local de fiestas entra en contradicción con varios de los testimonios recogidos en el expediente, así como otras declaraciones difundidas en los últimos días.

18.05.2018 12:41

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2018-05-18T12:41:00-03:00
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El caso de Luciano, el niño que fuera encontrado muerto en el castillo inflable de un cumpleaños el 9 de diciembre del 2016, cobró nueva difusión mediática en los últimos días, luego de un informe del programa Santo y Seña y la difusión de un reporte forense solicitado por los dueños del local de fiestas.

Por este caso, la fiscal Gabriela Fossati pidió el procesamiento del dueño del local y su hermano, una animadora y los padres del cumpleañero por homicidio culposo. Si bien Luciano "era un niño que habitualmente jugaba en forma normal", en algún momento de la fiesta se sintió decaído, surge del dictamen fiscal. Allí dejó de participar de las actividades junto a sus compañeros, "situación que no fue atendida en forma por quienes debían cuidarlo", agrega la fiscal. En un momento queda tendido sobre una cama elástica, mientras los demás niños participaban de otra actividad, según indicó el dictamen y puede verse en una serie de fotos a las que accedió Montevideo Portal.

No hay registros visuales de cómo el niño terminó en el inflable, pero su cuerpo apareció dentro del castillo luego de que fuera desinflado, tras un rato en el que los organizadores del cumpleaños y los padres del homenajeado lo buscaron infructuosamente.

Si bien las primeras pericias determinaron que el niño murió por asfixia -lo que dio pie a la hipótesis de que perdió el conocimiento y el castillo fue enrollado con él dentro, sin que nadie se percatara de que estaba allí- los abogados de los dueños del local tienen otra teoría tanto sobre su muerte como sus causas.

Los dueños defienden la teoría de que el niño pudo meterse en el castillo una vez enrollado. Además, en el informe que el abogado Alejandro Balbi solicitó al médico forense Guido Berro (difundido por Santo y Seña) se concluye que su muerte no fue por asfixia y que la hipótesis más probable del fallecimiento de Luciano es la muerte inesperada en epilepsia, favorecida por la medicación elevada.

Inconsistencias

Sin embargo, la familia cree que hay elementos que el informe de Berro no tuvo en cuenta y se pregunta por qué se omitieron esos datos.

"No se describe en el examen de la asistencia de Suat cianosis ni petequias ni sufusiones o hemorragias conjuntivales ni hongo de espuma (...) en suma no se describen signos de asfixia", indica este reporte.

Sin embargo, en el expediente del caso, al que accedió Montevideo Portal, figuran las declaraciones de la médica tratante de Suat, la primera en atender a Luciano, en la que sí asegura que hay signos de cianosis. "Lo que veo es que el niño estaba cianótico (azul alrededor de los labios y la cara) que eso significa que el niño estaba en hipoxia (que es falta de oxígeno en la sangre por varios minutos), tenía livideces en los miembros superiores, son como manchas azules en la piel que se las vi en el miembro superior izquierdo, que también es manifestación de falta de oxígeno durante varios minutos, no sé decir cuántos", declaró.

No había actividad eléctrica alguna en el corazón y "estaba así desde unos cuantos minutos antes que llegara", dijo la médica. Narró que en su charla con los padres de Luciano el día de la muerte, estos le dijeron que si bien el niño era epiléptico, estaba controlado, que no había tomado otro fármaco y que no tenía convulsiones con frecuencia.

Con respecto a la ausencia de hongo espuma (que también denota un cuadro de asfixia), a la que alude el informe presentado por los abogados de los dueños del local, también hay un testimonio en los expedientes que reporta que sí existía.

El perito criminalista de la Policía, que actuó en el caso, declaró ante la Justicia que Luciano "tenía el rostro cianótico". "Yo inspeccioné el cuerpo y recuerdo hongo espuma, que es un síntoma de asfixia", dice, además de notar "livideces móviles".

La familia de Luciano ya solicitó un nuevo informe forense, a cargo de un grado 5, y planteará su extrañeza por el hecho de que el reporte forense aportado por la defensa de los dueños del local desconozca los testimonios de quienes vieron al cuerpo.

El informe forense pedido por Alejandro Balbi, abogado de los de los organizadores, y a cargo de Guido Berro, también indica que "de los hallazgos descritos por Suat, autopsia y resultado del laboratorio químico toxicológico del Instituto Técnico Forense mostró una sobredosis de cinco veces la dosis terapéutica del fármaco depresor del SNC". La familia de Luciano aclara que el médico tratante del niño (Raúl Ruggia, neuropediatra grado 5) declaró ante la Justicia que nunca pudo haber fallecido por la medicación ("la sedación no es causa de la muerte", dijo) y que las altas dosis de fármacos post mórtem podían deberse a que Luciano tenía un metabolismo lento.

A raíz de estos reportes contradictorios, el juez Hugo Rundie ordenó un nuevo informe del Instituto Técnico Forense (ITF) para llegar a una conclusión sobre las causas de la muerte.

¿Cómo llega el cuerpo al inflable?

En el programa Santo y Seña se da cuenta de los testimonios de tres personas: dos mozas y la hija de una de ellas (animadora, menor de edad) que declaran que Luciano estuvo junto a ellas la mayor parte de la fiesta, incluso después de que se guardó el inflable (lo que significaría que el niño no estaba dentro del inflable cuando lo enrollan y que tendría que haberse metido él solo luego).

Sin embargo, esto es contradictorio con las primeras declaraciones de las animadoras. El 11 de diciembre, una de ellas dice que probablemente no notaron el cuerpo del niño al momento de enrollar el inflable porque por su ropa se camufló con el color de las telas. En el video de la cámara de seguridad, al que accedió Montevideo Portal, se ve cómo varios niños saltan sobre el castillo para desinflarlo. En un momento, una niña parece tocar algo más sólido que las telas e incluso se sube "caballito" de ese bulto, frente a la mirada de la animadora. También se ve a niñas que parecen hacer equilibrio sobre algo.

En abril de 2018, ya con asistencia letrada, la animadora es preguntada sobre este video afirma que a veces "hay partes que se juntan y queda como un relieve", para luego decir: "Yo sé que eso que está ahí es un niño, pero lo supe después. Yo estaba mirando la niña y me pareció que estaba arriba del inflable". Esta declaración contradice con la hipótesis posterior de la defensa de los dueños del local, ya que allí se da por seguro que el niño ya estaba dentro del inflable antes que se enrollara.

¿Pudo meterse Luciano dentro del castillo una vez enrollado, como asegura la defensa de los dueños del local? Para los organizadores, el bulto que se nota en el castillo cuando se desinfla no es Luciano sino parte del material, y tanto los niños como los animadores se habrían dado cuenta si fuera así. Aseguran que al doblar el inflable queda un hueco en el que se podría haber metido el niño, y que lo probaron con un adulto que pudo "meterse hasta los tobillos". Como la filmación de la cámara de seguridad no está completa, no se puede ver si en algún momento el niño se metió o no.

La defensa de la familia de Luciano, sin embargo, asegura que en la reconstrucción quedó claro que el niño, de 21 kilos de peso, no pudo levantar las lonas y meterse solo en el inflable. Además, destaca que el niño aparece con la cabeza en dirección al agujero por el que entró, lo que significa que debió entrar no de cabeza sino "marcha atrás", lo que es aún más dificultoso.

Además, en el expediente consta que cuando se comenzó a hacer la reconstrucción los dueños del local presentaron un castillo que no era el mismo del incidente, que según la familia era de menores dimensiones, lo que modificaba las pruebas. Esto fue notado por la defensa de la familia y se cambió el inflable por el original.

Dudas sobre testimonios

Independientemente de las dudas sobre la causa de la muerte de Luciano, la Justicia debe dirimir si hubo negligencia por parte de los organizadores. Es decir, más allá de si el fallecimiento se produjo por asfixia al quedar dentro del inflable sin que nadie lo percibiera o como producto de una epilepsia favorecida por una medicación elevada, se indaga por qué no se le dio atención inmediata.

Silvia, una de las mozas, dice en Santo y Seña haber estado casi todo el cumpleaños con el niño, inclusive luego de enrollado el inflable. Sn embargo, en su declaración ante la Justicia reconoce que estuvo con él en total "30 o 40 minutos". Luego, cuando se le muestran fotos de los niños, para ver si reconoce a Luciano, señala a uno que no es él. Con respecto a las otras dos declaraciones de trabajadoras, que dicen haber estado con Luciano hasta tarde, la familia cree que pueden confundirse con respecto al niño, las horas o estar influidas por la defensa.

Sobre otros testimonios contradictorios, la defensa de la familia argumenta que el dueño del local, al declarar como testigo, dijo el 11 de diciembre del 2016 que las cámaras de seguridad "se ven en vivo pero probablemente graben". Sin embargo, se comprobó que un día antes los dueños ya habían tenido acceso a las filmaciones, por lo que estaban perfectamente al tanto de que las cámaras filmaban.

La familia de Luciano intentará demostrar ante la Justicia que, más allá de las causas de la muerte, hubo negligencia de las partes involucradas y su hijo no fue cuidado.