Gobierno prevé que la industria alimentaria reduzca la cantidad de grasas trans utilizadas

El Poder Ejecutivo informó que está vigente un decreto que fija un plazo de 18 meses a la industria alimentaria para que las grasas trans en las materias primas que utiliza no superen el 2 % del total de las grasas, ni el 5 % en los alimentos ya preparados.

Para el gobierno es importante regular el uso de las grasas trans porque en la actualidad existen epidemias de enfermedades no transmisibles asociadas al incremento de la obesidad, según explicó Isabel Bove, asesora en nutrición de Ministerio de Salud Pública.

El decreto fue firmado a fines de abril y está inspirado en la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y define este plazo. Además, también contempla que, en un plazo no mayor de cuatro años, el contenido de grasas trans no deben superar el 2 % tanto en los alimentos de consumo directo como en los ingredientes de uso industrial.

Bove dijo, según publica el portal de Presidencia, que el 27 % de los fallecimientos en nuestro país están asociados a enfermedades cardiovasculares, y que hay una "notoria incidencia" negativa de este tipo de grasa en la salud.

"Esta medida, muy importante para el país, tendrá sus consecuencias positivas y la industria no tendrá demasiado problema en implementarla, ya que se viene trabajando desde hace tiempo y hay forma de sustituirlas", dijo, quien ejemplificó que ya hay quienes utilizan productos con buenos aceites.

Luego del plazo, quienes no hayan cumplido con la nueva normativa serán pasibles de sanciones, explicó Bove, y sostuvo que esta es una "buena instancia" para que las empresas den certificados de las grasas trans que incluyen sus productos.

Las grasas trans aparecieron en los alimentos luego de que por años se creyeran que las grasas saturadas (sin dobles enlaces, como la de la vaca) y el colesterol de la dieta aumentaban el colesterol en la sangre. Como respuesta, la industria trabajó para reducir el consumo de grasas saturadas y se comenzaron a utilizar grasas trans.

"Cuando surgieron las grasas trans, todos las aconsejamos (en lugar de manteca era mejor la margarina, por ejemplo). Se creyó que era una solución y para la industria era fantástico, porque las grasas de origen animal se enrancian rápidamente, mientras que estas tienen gran duración y son muy baratas", explicó la especialista.

 "Comenzamos a llenarnos de grasas trans en los rellenos de las galletitas, en las coberturas símil chocolate, en los bizcochos y masas, en infinidad de productos que consumimos en forma cotidiana. Con esto, se vio que epidemiológicamente las grasas trans eran peores que las saturadas", argumentó.

Bove agregó que la evidencia indica que las grasas saturadas aumentan el colesterol malo para la salud, lo que puede generar problemas cardiovasculares; en tanto, las grasas trans, además de aumentar el colesterol malo, disminuyen las HDL, que es el colesterol bueno (el que se genera cuando se hace ejercicio).