Contenido creado por Gerardo Carrasco
Policiales

Se fue

Rusia: muere abuela asesina que hacía dulces con carne de sus victimas y convidaba a niños

Sofia Zhukova, de 81 años, contrajo la enfermedad mientras estaba en prisión a la espera de juicio.

07.01.2021 11:53

Lectura: 3'

2021-01-07T11:53:00-03:00
Compartir en

La asesina en serie de 81 años Sofia Zhukova murió el pasado 29 de diciembre a causa de complicaciones por un cuadro de COVID-19. Según informa UOL, la noticia se divulgó recién este miércoles.

La anciana había sido acusada de asesinar a tres personas en la ciudad de Khabarovsk, incluida una niña de siete años. Después de cometer los crímenes, hizo dulces con la carne de sus víctimas. Además esos tres casos por lo que había sido imputada, las autoridades estimaban que había cometido al menos otros cuatro homicidios.

En el presidio se contagió de coronavirus y fue hospitalizada, falleciendo a fines del mes pasado.

La asesina en serie se hizo conocida internacionalmente tras la publicación de videos en los que , hacha en mano, escenificaba el modo en que había matado a una de sus víctimas. A pesar de cocinar carne humana, la anciana aseguró a la policía que no era caníbal.

Una de las personas que perdió la vida a manos de Sofía fue Vasily Shlyakhtich, un portero a quien acusó de abusar sexualmente de ella, alegando haberlo matado en defensa propia. "Maté al portero, pero me violó. ¿Qué crees que debería haber hecho? Lo golpeé con un hacha", relató.

Em diciembre de 2019, lo órganos de Shlyakhtich fueron descubiertos en el refrigerador de la anciana.

En cuanto al crimen de la niña, llamada Anastasia, su cabeza fue encontrada en la calle cerca de la casa de la mujer, cuando era devorada por perros callejeros. Había sido secuestrada días antes y la policía la buscaba. Los investigadores hallaron ADN de la menor en la casa de la asesina, catorce años después del crimen. Al verse descubierta, confesó que la retuvo por tres semanas.

Se estableció asimismo que Zhukova llamó por teléfono a los padres de la menor asegurando que su hija estaba con vida. Sin embargo, dicha llamada se hizo al día siguiente del asesinato y desde el lugar de trabajo de la mujer: una fábrica de embutidos, donde se desempeñaba como matarife.

Una vecina de la criminal, identificada como Tatiana, recordó cómo obsequiaba comida. Por supuesto, nadie sabía del macabro origen de los ingredientes.

"Siempre nos pareció extraño que, a pesar de ser hosca y antipática, a menudo encontrara tiempo para cocinar cosas para los niños del barrio", dijo en declaraciones citadas por Daily Mail.

"Siempre eran platos de carne. A veces también se los daba a los adultos, a mi marido y a mí nos obsequiaba gelatina de carne", recordó.



\