Peñarol: “Me echaron sin perder dos partidos seguidos”, lamentó Diego Forlán

A casi dos meses de su salida de Peñarol, Diego Forlán está “disfrutando de hacer cosas que siendo entrenador no podía”, y rápidamente cambió el chip. Hoy estuvo como invitado en el programa 100% Deporte, de Sport 890, y habló de su primera experiencia como director técnico, que finalizó el lunes 31 de agosto después de la derrota 2-0 a manos de Wanderers.

Reconoció que tras esa derrota ante los bohemios no sospechaba que fuera a ser cesado, pero el panorama cambió cuando lo llamó Jorge Barrera para hablar en su casa. “Me senté mano a mano con él y cuando me dijo la primera palabra, ya sentí que me echaba. Cuando dijo ‘estuve toda la noche’ pensé: ‘Chau, pa’ fuera’”, dijo.

“Después que me dijo que le dolía la situación por la relación que tenemos y habló de cómo buscarle la solución, pero yo le dije claro: si querés echarme, échame”, comentó, descartando la posibilidad de dar un paso al costado o de llegar a una salida consensuada.

“Si le ganábamos a Wanderers estábamos a un punto del primero. Erramos cuatro situaciones claras, no nos patearon al arco en el primer tiempo, y en el segundo nos meten un gol que pasó por la barrera y otro en un rebote. No fue que nos metieron abajo del arco. Después Peñarol siguió jugando y dejó puntos con los que podría haber peleado por el campeonato. Entonces mal no estábamos. Wanderers quedó primero y después Peñarol lo pasó”, recordó.

“Me echaron sin perder dos partidos seguidos”

Sobre la cosecha de 12 puntos sobre 27 posibles a nivel local, dijo que “si se analiza en frío es poco, pero hay que ponerlo en contexto y para el campeonato que se estaba dando no era poco”. “Me echaron sin perder dos partidos seguidos”, lamentó, y agregó que “está bien que el periodismo diga lo que dice, pero la gente que maneja el fútbol debe tener otra capacidad”.

En la misma línea, dijo no compartir la decisión de Nacional de cesar a Gustavo Munúa. “Lo de Munúa es una vergüenza también. Está mal. Y peor cómo sigue, porque viene el director deportivo en lugar del técnico. Lo llamé a Gustavo y nos reíamos de la situación porque dejó al equipo primero en la Anual y clasificado en la Libertadores”, señaló.

“En mi caso fue una lástima no haber tenido un Darío Rodríguez o alguien de fútbol que me respaldara con el presidente”, comentó, recordando que estaba “haciendo las cosas bien, con irregularidades en los resultados, pero sin perder dos partidos seguidos”. “Estábamos vivos. Peñarol le ganó a Liverpool y todos decían que Peñarol seguía en carrera. Entonces me estaban tomando el pelo”, dijo.

El “verso” de la falta de actitud y la relación de Pablo con el plantel

Forlán cree que “es un verso” la falta de actitud de los jugadores y que él no transmitía desde el otro lado de la línea. “¿Tengo que estar gritando 90 minutos para decir que tengo carácter? Hubo partidos en que me pasé gritando (...) En tres partidos que jugamos con un jugador menos (Cerro, Jorge Wilstermann y Nacional) sacamos siete puntos. Entonces no me digan que faltó actitud”, sostuvo.

“Reconozco que hubo algún partido en que no se vio actitud, como con Deportivo Maldonado, en que nos hicieron un gol y fue un baldazo de agua fría. Es fútbol y les pasa a muchos. Atlético de Madrid se comió cuatro con el Bayern Múnich y no fue por falta de actitud”, dijo.

También se mostró en contra de algunas versiones que señalaban un mal relacionamiento de su hermano, Pablo Forlán, con el plantel. Dijo que con Xisco Jiménez “no pasó nada” más que una discusión puntual después de que el español se molestara por ser reemplazado, y aseguró que “la relación de Pablo con el plantel era de respeto”. “Muchos jugadores le mandaron mensaje”, indicó.

Las contrataciones que jugaron y las que no

Consultado por la cantidad de altas y lo poco que jugaron algunos de los nuevos, recordó que cuando firmó en diciembre le “hablaron de 10 jugadores que se iban, por lo que había que salir a buscar”. “Finalizaban contratos y no conocía a los juveniles. Después con la postpandemia no trajimos a nadie. Estábamos convencidos de los jugadores que teníamos”, dijo.

“Giovanni González estaba casi vendido y trajimos a Juan Acosta. A David Terans no lo pedimos; el club lo quería, nos gustó y rindió. Vádocz cuando estaba conmigo rindió. A Robert Herrera lo traje porque todavía no estaba Gary (Kagelmacher) y se podía ir Tito (Formiliano). Cuando uno planifica, planifica un año entero con muchos partidos”, explicó.

“A Bravo lo utilicé con Cerro y después fuera de puesto, que no es culpa de él. A veces no tenés tiempo de esperar jugadores, pero es un buen jugador. Jugando en Wanderers llegó a la selección de Chile. Denis Olivera tiene un potencial enorme y venía de una inactividad muy larga”, argumentó.

¿Viatri? Si sabía que Xisco no hacía goles, traía otro nueve

“Había un jugador que a todo el cuerpo técnico nos gustaba y lo estábamos preparando, pero no era el momento. Después lo pusieron y ahora es difícil que vuelva a entrar. El día que hicimos cambios perdimos con Deportivo Maldonado. Estábamos haciendo un buen partido para lo que es el fútbol uruguayo. Xisco erró un gol abajo del arco, Facu Torres definió una mal y ellos no nos pateaban al arco. Ahí vino un error de Gary, que son cosas que pasan en el fútbol, y nos hicieron un gol. El rival subió en la autoestima y nos hizo el segundo. La misma mala suerte que tuvimos al definir la tuvimos al recibir un gol”, recordó.

También se refirió a la decisión que tuvo que tomar en enero entre Xisco y Viatri. “¿Cuántos goles hizo Viatri? Yo necesitaba goles. Es un muy buen jugador, pero juega afuera del área. Con lo que había visto de Xisco, si vuelvo a enero sigo apostando por Xisco. Si yo sabía que Xisco no hacía goles, no era Viatri o Xisco; iba por otro nueve. Como Xisco en poco tiempo había hecho goles, lo vi como un nueve de área que hacía goles”, explicó.

Consultado por la decisión de no tener en cuenta a Ignacio Lores para la temporada 2020, respondió con una pregunta: “¿Cuántos partidos jugó Lores en Peñarol? La gente es muy hipócrita a veces. Después que se fue hablaban de Agustín Canobbio, y el año pasado fui a ver un partido y lo puteaban todos”.