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Personajes
Lo que se hereda...

Ventajas y desventajas de ser hijo de famosos

Son conocidos por ser "hijos de" y sus apellidos pueden ser una llave para abrir puertas o una losa pesada que condiciona su éxito. Algunos han seguido los pasos de sus padres y otros han buscado su propia fama lejos de la profesión de quien les dio la vida

10.08.2020

Lectura: 6'

2020-08-10T07:00:00
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DYLAN PENN

Es hija de los actores Robin Wright y Sean Penn. A sus 29 años, es más conocida, al menos por ahora, por su carrera en el mundo de la moda que por su trabajo delante de las cámaras, aunque fue protagonista de la cinta de terror Condemned, dirigida por Eli Morgan Gesner, en 2015, y tuvo un pequeño papel en la comedia dramática Elvis & Nixon, protagonizada por Kevin Spacey y dirigida por Liza Johnson. Además, trabajó en algunos cortometrajes y varios videos musicales, entre ellos el de la canción de Nick Jonas, Chains

Su primer trabajo como modelo fue para Gap en 2013. Luego apareció en la revista GQ en diciembre de ese año, en W en enero de 2014, y en Elle en marzo de 2014. Un mes después posó desnuda en la portada de séptima edición de la revista erótica Treats! El fotógrafo fue Tony Duran. Penn dijo que "siempre había amado los desnudos en blanco y negro de Duran". Semanas después firmó contrato con la agencia Premier Model Management para representarla en el Reino Unido. Desde entonces ha aparecido en varias campañas de moda para marcas conocidas mundialmente.

Pero antes de subirse a las pasarelas o ponerse delante de un fotógrafo, la hija de esta archifamosa expareja de actores de Hollywood se desempeñó como camarera y repartidora de comida a domicilio, entre otros trabajos.

RAFFERTY LAW


A veces referido como Raff Law, es hijo del actor Jude Law y la también actriz Sadie Frost. Seducido por el mundo de la moda, a sus 23 años lleva más de ocho participando en campañas publicitarias para diferentes marcas o desfilando para firmas internacionales como Hugo Boss, Dolce & Gabbana o Tommy Hilfiger.

Pero la moda no es la única disciplina en la que Law, del que dicen guarda gran parecido con su padre, ha fijado su interés. También heredó de sus padres las habilidades en la actuación. Su último trabajo en su incipiente carrera de actor es una adaptación de Oliver Twist en la película Twist, dirigida por Martin Owen, que será estrenada en diciembre. La música es otra de sus pasiones. Estudió producción musical y sonido y, desde 2018, forma parte de la banda Outer Stella Overdrive.

Durante la cuarentena, Law realizó una sesión fotográfica a cargo de su madre en la casa de su familia en Londres para la revista Wonderland. El actor, modelo y músico compartió la tapa en su cuenta de Instagram con un mensaje cariñoso hacia ella, quien también posteó la foto y respondió: "Trabajar con Raff siempre es una felicidad -todavía no nos aburrimos de explorar proyectos de mamá e hijo... quería mantenernos a todos ocupados y creativos en tiempos tan extraños".

En la entrevista, Raff habla de la experiencia de tener dos padres famosos mientras trata de hacer su propio camino en Hollywood. Asegura que ha habido ventajas y desventajas. "Siempre me enfoqué en perseguir las cosas que amo y en probarle a la gente que trabajo duro". En cuanto a su futuro, asegura que está dispuesto a tomar cada oportunidad que pueda y que siempre tiene en mente las palabras sabias de su madre. "Ella siempre me está alentando a que encuentre mi propio camino. Crecí admirando y queriendo copiar la calidez que tiene hacia los demás".

BROOKLYN BECKHAM

Su padre es uno de los futbolistas ingleses más famosos, reconvertido en icono de moda y estilo, y ahora también en nuevo empresario del fútbol estadounidense. Su madre es diseñadora de moda y exmiembro del grupo musical femenino que revolucionó el pop en la década de 1990, las Spice Girls. Brooklyn, aunque intentó seguir los pasos de su padre y jugó en el club Arsenal de Londres, al final se desencantó y dejó el fútbol. Tampoco le dio por la música; lo sedujo la fotografía. 

El mayor de los hijos del matrimonio Beckham, de 21 años, se trasladó desde Londres, donde reside la familia, a Nueva York para estudiar fotografía en una prestigiosa escuela de la ciudad. Aunque abandonó el centro antes de completar la formación de cuatro años, eso no impidió que siguiese trabajando detrás de las cámaras y llegara a colaborar con estudios reconocidos.

En 2018, por ejemplo, firmó la foto de portada de la revista 1883 Magazine con una instantánea de la actriz Sophie Turner. Además, se lo suele ver modelando para algunas grandes empresas.


A pesar de su juventud publicó un libro que se llamó What I see (Lo que veo, en español) que recibió la atención de varios medios. Algunos consideraron que el libro se publicó más por su apellido que por su calidad literaria. Su reputación claramente está en tela de juicio. En 2019, el diario sensacionalista británico The Sun publicó una noticia en la que diversas fuentes relacionadas con la pasantía que estaba haciendo con un conocido fotógrafo decían que "carecía de nociones básicas".

ELIOT PAULINA SUMNER

Siguiendo los pasos de su famoso padre, Gordon Matthew Thomas Sumner, más conocido como Sting, Eliot Paulina Sumner viene trabajando duro para labrarse una carrera musical. Al principio era conocida como Coco Sumner, el apodo que le puso su madre, la productora de cine Trudie Styler, pero unos años después se deshizo del apelativo y pasó a usar su verdadero nombre, Eliot, por el poeta estadounidense T. S. Eliot.

A sus 29 años, la hija no binaria de Sting (en 2015 declaró que no se identificaba con ningún género y que no creía en las etiquetas de género) lleva más de 10 años en el mundo de la música con el objetivo firme de trascender su apellido paterno. Fue vocalista de la banda I Blame Coco y, en 2014, le dio una vuelta a su carrera apostando por continuar en solitario como cantautora. Empezó componiendo a los 15 años y a los 17 firmó un contrato con el sello discográfico Island Records. También ha formado parte en alguna ocasión de las pasarelas de la moda, pero ha dejado muy claro a la prensa que no le interesa ese mundo y que solo lo había hecho por dinero. El universo de la actuación tampoco le es ajeno, pues ha participado en roles pequeños: en 2001 en No soy nadie sin ti, de la directora Sandra Goldbacher, y luego en Stardust, de Matthew Vaughn, en 2007.