"/>
Contenido creado por Martín Otheguy
Congo 2014

El viejo sueño de volar

Relevo anual de las tropas uruguayas en Congo

"Para la mayoría de los uruguayos, las palabras Burundi y Bujumbura no significan nada". Crónica desde El Congo, en el relevo anual de las tropas uruguayas.

09.06.2014 08:54

Lectura: 3'

2014-06-09T08:54:00-03:00
Compartir en

Para la mayoría de los uruguayos, las palabras Burundi y Bujumbura no significan nada y podrían sonar como los nombres de un par de exóticos payasos. Sin embargo, son respectivamente los nombres de un pequeño país africano y su capital, ciudad que en los últimos tiempos se ha convertido en pieza fundamental del delicado engranaje del movimiento de las tropas de paz de la ONU desplegadas en la República Democrática de Congo (RDA).

Con la acción rebelde concentrada en la zona este del país, y el aeropuerto de Goma -principal ciudad de dicha área- dañado por una erupción volcánica hace más de diez años, las tropas de refresco eligen la alternativa de ingresar a la zona desde dos países limítrofes: Ruanda y Burundi.

En ese contexto, una vez al año, las Fuerzas Armadas uruguayas disponen -en coordinación con la ONU- el relevo de las tropas de Paz.

Dicho en corto y por derecho, no suena para nada espectacular, pero ese proceso implica un desafío logístico para nada despreciable. Se trata nada menos que de trasladar a varios cientos de efectivos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de ida y de vuelta, empresa cuya planificación suele implicar meses y su concreción varias semanas.

Al igual que en otras ocasiones varios periodistas fuimos invitados a acompañar el recambio de tropas uruguayas en el conflictivo país, y cubrir sobre el terreno las acciones llevadas a cabo por los mílites compatriotas.

La primera comprobación que los reporteros pudimos hacer tiene que ver precisamente con la complejidad logística antedicha, en el marco del primero de los varios viajes entre Montevideo y Goma, travesía que con todas sus escalas, avatares y vicisitudes, insumió más de 24 horas.

"Todo esto es muy dinámico" es la respuesta que suele dar el Mayor César Motta, encargado de la coordinación entre el Ejército y los periodistas invitados, cuando se les pregunta acerca de la imposibilidad de establecer un cronograma puntualmente preciso al traslado de las tropas.

Este fin de semana, la razón vino a asistirlos con uno de esos imponderables capaces de dar al traste con los planes más aceitados. El hecho tuvo lugar precisamente en la ignota Bujumbura, cuando el avión de origen jordano contratado por la ONU para el recambio de efectivos sufrió una avería de cierta relevancia. Si bien el incidente no significó un riesgo para la vida de los pasajeros, la reparación del desperfecto resultó ser compleja. Resultado: el aparato quedó inutilizado por varios días, y los militares uruguayos que debían volar en él de regreso a Montevideo quedaron varados en la capital de Burundi, para su decepción y la de su familiares que los aguardaban en casa.

Las imágenes que acompañan estas líneas fueron tomadas en el aeropuerto de Bujumbura, más precisamente en el perímetro de exclusión previsto para los militares en tránsito, reducto alambrado cuyo aspecto recuerda más bien al de un presidio o un gallinero.

Allí, decenas de efectivos recibieron con estoica resignación la noticia del aplazamiento de su vuelo, quedándoles como magro consuelo el ser alojados en hoteles de la ciudad por cuenta de la aerolínea responsable del aparato dañado.

Por Gerardo Carrasco, enviado de Montevideo Portal a la República Democrática del Congo