Contenido creado por Pablo Méndez
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Páganos y paganos

RITUALES DE PASCUA

Los rituales paganos para marcar el comienzo de la primavera, que se incorporaron hace siglos a la fiesta de Pascua, están cobrando protagonismo en las sociedades secularizadas y en algunos países las conmemoraciones de la Resurrección ya poco tienen que ver con la fe cristiana.

22.03.2008

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2008-03-22T14:50:00-03:00
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Los huevos de Pascua, los conejos, los juegos en los que los niños buscan golosinas escondidas, las fogatas, han sido formas paralelas de celebrar la Pascua, pero en algunos países, sobre todo del norte de Europa y de América, son ya el elemento que más pervive.

En Gran Bretaña, por ejemplo, según una encuesta publicada en 2004 por el diario "The Guardian", el 54 por ciento de los niños de 12 años no sabían lo que se conmemora en Semana Santa y en Alemania un sondeo entre adultos de la revista "Bildwoche" revelaba en 2005 que el 24 por ciento ignoraban qué se celebra en Pascua.

En estos países, sin embargo, los comercios se llenan de huevos y conejos de chocolate y el Domingo de Resurrección las familias participan en el ritual de esconder y buscar estas golosinas.

En los países latinos o de fuerte tradición católica las procesiones o escenificaciones de la pasión de Cristo impiden que se olvide el significado de estas fechas, pero también allí la Semana Santa se está convirtiendo ante todo en una ocasión de hacer excursiones y viajes.

Algunos ritos pascuales conectan con una tradición anterior a las conmemoraciones de Semana Santa que, de hecho, no observaban los cristianos primitivos, muchos de los cuales siguieron hasta el siglo IV celebrando la Pascua judía y recordando a Jesús en esa ocasión.

Según la Enciclopedia Católica "numerosas costumbres paganas destinadas a dar la bienvenida a la primavera se fundieron en la fiesta de Pascua" como el huevo símbolo de vida y germinación o el conejo símbolo de fecundidad.

El conejo era ya símbolo de fertilidad en el antiguo Egipto y el huevo símbolo de vida en la cultura griega y romana, en la mitología del norte de Europa o en China.

"La Iglesia -escribe la Enciclopedia de la Religión- no se opuso al huevo de Pascua porque aportaba un símbolo poderoso de la resurrección y de la transformación de la vida en muerte".

Ya en la Edad Media se extendió la costumbre de regalar huevos por Pascua y para que fueran más preciados se decoraban pintándolos o incluso en las cortes europeas bañándolos en oro.

Los fuegos que se encendían en las fiestas paganas para espantar a los espíritus del invierno se asemejan a los de las celebraciones de la vigilia pascual, que simbolizan la luz de la Resurrección.

El conejo no tiene en cambio ninguna conexión con la Pascua, pese a lo cual se ha convertido en los países anglosajones y del centro y norte de europa en un personaje similar al de Papá Noel. En inglés y en alemán el nombre que se da a la Pascua tiene también orígenes paganos.

"Easter", la palabra inglesa, viene, según Beda el Venerable, un erudito monje inglés del siglo VIII, de Eastre la diosa anglosajona de la primavera y la fecundidad, que a su vez sería la versión europea de Ishtar, una diosa babilonia de similares atributos.

"Ostern", el nombre alemán, tendría el mismo origen aunque también se relaciona con la palabra "Osten" (este), el levante de donde viene la luz del renacimiento primaveral.

En las culturas griega y latina había también diosas, como la de la tierra, Cibeles, que se festejaban en estas fechas.

Hoy día estas diosas están olvidadas y el dios de las fiestas infantiles y los supermercados es el conejo de Pascua, el "Easter Bunny" popularizado por la cultura de masas estadounidense.

La prominencia de dicho personaje levanta algunas ampollas entre los cristianos y provoca los sarcasmos de los que no lo son. "¿Cómo se le puede dar más importancia al 'Easter Bunny' que a Jesús?" se lamentaba recientemente una joven en un blog estadounidense, mientras un internauta de Perú calificaba de "sacrílego reemplazar la pasión de Cristo por huevos de chocolate".

En clave de humor, un comentarista del diario australiano "The Age" calificaba de "un poco majareta" una religión que celebra la resurrección de Cristo "comiendo huevos de chocolate que ha puesto un enorme y 'antropomorfizado' conejo".

El año pasado, el "Easter Bunny" dio incluso lugar a un debate socio-político en EEUU después de que un ayuntamiento lo rebautizara Conejo de Primavera para no herir sensibilidades no cristianas.

La polémica la zanjó Lawrence Cunningham, profesor de teología de la Universidad de Notre Dame, quien puntualizó que el conejo no tiene valor religioso y "al quitarle el término de pascual en cierto modo vuelve a sus raíces pre-cristianas" de símbolo primaveral.

(EFE)