Contenido creado por Gerardo Carrasco
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NOVEDADES DEL CASO FRITZL

Elisabeth Fritzl, la austríaca que fuera violada y retenida en un sótano por su padre durante 24 años, declaró que durante ese tiempo sólo recibió alimentos y ropa de manos de su padre, mientras su madre nunca supo nada. El abogado del secuestrador dice que éste no es responsable de sus actos

04.05.2008

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2008-05-04T12:13:00-03:00
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Elisabeth Fritzl, la hija del "carcelero de Amstetten" Josef Fritzl, exculpó a su madre del martirio sufrido en los 24 años que vivió encerrada en el zulo y sometida a violaciones de su padre, informa el semanario "Der Spiegel".

En todos esos años de encierro sólo recibió alimentos y vestidos de su padre, y su madre, Rosemarie, nunca supo nada ni tuvo nada que ver con lo que ocurrió, ha declarado a la policía Elisabeth, de 42 años, avanza ese semanario, que sale a la venta el domingo.

De acuerdo con esa fuente, la hija de Fritzl pasó los nueve primeros años de su encierro en una única estancia del sótano y hasta 1993 su padre no organizó otros espacios.

Con ello, los hijos nacidos en ese tiempo fueron además testigos de las violaciones continuas a las que su padre la sometía.

La víctima ha afirmado asimismo en la declaración que su padre la mantuvo esposada durante los dos primeros días de cautiverio y que en los seis o nueve meses siguientes la mantuvo asimismo atada.

"Der Spiegel" señala que la familia estuvo bajo observación de asistentes sociales a menores, que jamás sospecharon nada y que incluso constataron en sus actas que al padre se le veía "aliviado", tras la conmoción sufrida por "haber encontrado a un bebé abandonado" ante su puerta.

Elisabeth estuvo encerrada durante casi un cuarto de siglo en el sótano de su casa familiar, donde fue violada sistemáticamente por su padre, con el que tuvo siete hijos, nacidos bajo tierra en condiciones infrahumanas.

Tres de esos hijos-nietos vivieron en las estancias superiores, junto a Rosemarie y el resto de la familia, a los que el padre había hecho creer que los pequeños habían sido abandonados por la madre, de la que aseguró se había hecho miembro de una secta.

Elizabeth y los otros tres hijos que sobrevivieron al martirio permanecieron toda su vida en el calabozo subterráneo sin conocer la luz del día, hasta su reciente liberación.

Kerstin, la hija mayor de Elisabeth, sigue internada en el hospital de Amstetten en estado grave, posiblemente debido a una infección originada en el zulo.

Mientras tanto, el abogado de Josef Fritzl, el jubilado austríaco acusado de haber violado y encerrado a su hija Elisabeth 24 años en un sótano, afirma que su defendido no es responsable de sus actos y que debe ir a una institución psiquiátrica.

"Mi opinión personal es que Josef Fritzl es un enfermo psíquico y por tanto no es responsable de sus actos. Mi cliente no debe ser encerrado en una cárcel, sino en una institución psiquiátrica", dijo Rudolf Mayer al dominical alemán "Bild am Sonntag".

El jurista, conocido en su país por defender casos criminales especialmente complejos, advierte de que, en caso de que el forense del Tribunal no lo vea así, "estudia" recurrir a un experto propio para que ratifique esa "opinión personal".

Según Mayer, su cliente "no es un monstruo, sino una persona", aunque para muchos lo que ha hecho exceda a su comprensión, y que su primera impresión cuando lo visitó en la prisión donde está ingresado preventivamente fue que se trataba de un "pater familias" o "patriarca".

El abogado afirma asimismo haber recibido cartas amenazantes por su decisión de defender al llamado "carcelero de Amstetten", quien en el casi cuarto de siglo en que mantuvo a su hija encerrada la violó sistemáticamente y tuvo con ella siete hijos.

"En algunas (cartas) se me dice que debería ir a parar al sótano con Fritzl", sostiene.

Mayer recuerda, finalmente, que su defendido ha admitido los cargos de incesto y de haber encerrado a su hija, pero que se defenderá de otros, como "asesinato por negligencia".

Según "Bild", en caso de prosperar su tesis de la no responsabilidad Fritzl podría ser condenado a un máximo de 15 años y salir en libertad, en caso de buena conducta, mucho antes.

El abogado austríaco calificó a su cliente de "hombre roto" tras su primera visita y luego acusó a los medios de haber violado sus derechos como persona, al haber publicado su nombre completo y su fotografía.

Asimismo, tras permanecer con Fritzl en el Centro Penitenciario de Sankt Pölten, Mayer señaló que su cliente "ya ha respondido ampliamente a la policía" y que por el momento no iba a hacer más declaraciones.