Antonio Cano-Vindel, presidente de la Sociedad Española para el estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) informa que las mujeres tienen un 200% más de ansiedad que los hombres por tener que conjugar el trabajo de la casa con su desempeño laboral fuera de la misma, además de vivenciar el estrés con más intensidad debido a su sistema hormonal.
Con respecto a esto, Cano-Vindel comentó que las mujeres "procesan la información de una manera mucho más amenazante" ya que confieren mucha importancia a todos los datos que reciben, y "además pueden atender varias tareas a la vez", lo que les provoca un alto nivel de ansiedad.
Afirma también que la mujer es más "perfeccionista y controladora", y que su configuración psicobiológica le hace magnificar los problemas que surgen en las múltiples tareas que realiza, lo cual explica que las mayores tasas de ansiedad se encuentren en personas pertenecientes al género femenino. Igualmente, el porcentaje de estrés es mayor en las mujeres que en los hombres, aunque en este caso la distancia entre ambos valores es más pequeña (32% en hombres y 39% en mujeres).
En relación a la familia, varios estudios que se aplicaron a mujeres de todas las edades indican que la mujer que vive en pareja se beneficia al tener una mejor salud y mayor esperanza de vida, pero como contrapartida, se ha comprobado que la mujer que trabaja y tiene pareja forma parte de la población de riesgo por muerte cardiovascular. Esto se ve explicado en el hecho de que hacerse cargo de la propia familia, asumiendo la responsabilidad de las labores de la casa así como las que conlleva el trabajo con el que ganar el sustento, causa más estrés en la mujer y aumenta así el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares.
El estrés laboral genera una desestabilidad emocional que llega a afectar hasta a un 25% de la población de España. El mencionado país es el segundo consumidor de medicamentos para la ansiedad a nivel mundial. Cano-Vindel comenta que el porcentaje de trabajadores que dicen experimentar un nivel de estrés "intenso y frecuente" ha crecido del 30% al 50%. Asigna a la crisis económica que se está viviendo en el país de la península Ibérica un papel preponderante en esta situación, representando los problemas económicos un disparador primordial de la somatización del estrés, y de los trastornos depresivos y de ansiedad.
Las personas que están desempleadas, que son cada vez más, se encuentran con una experiencia de disminución brusca de sus ingresos y un aumento de la precariedad en su modo de vida. Esto genera y agudiza (en el caso de existir) la ansiedad, los nervios y los problemas de insomnio. Actualmente sufren más estrés las personas que se han quedado sin trabajo que aquéllas que aún cumplen un horario como fuente de ingresos, aunque su trabajo implique una enorme presión. El estudio realizado muestra que las condiciones de mayor exigencia en el ambiente laboral se aceptan mejor ahora porque la crisis "ha cambiado la percepción", por lo cual hay mucha gente en situación de sobrecarga emocional en el trabajo que sufre de estrés pero prefiere esta situación a estar desempleada.
Igualmente, Cano-Vindel aclara que en lugares en los que no hay crisis, el estrés laboral y sus efectos negativos también se abren paso y aumentan, ya que es un problema inherente al estilo de vida actual, vertiginoso y a veces caótico. Habla del llamado "estrés tecnológico", que aparece sobre todo en personas mayores a las que les cuesta asimilar los avances de la tecnología, y entonces simplemente se niegan a ellos, lo que provoca un envejecimiento prematuro.
En cuanto a las tasas de suicidio, afirma que las estadísticas que se tienen no son confiables y que están "desinfladas" porque existe un miedo social generalizado a afrontar el tema. Esto hace que los planes de prevención y tratamiento de personas con intentos de suicidio se hagan más difíciles de implementar, y el presidente de SEAS pide que se trate el problema de una forma más realista, para que puedan disminuir verdaderamente estos episodios. En España, las muertes que se registran por suicidio son unas 3.500 anuales (que probablemente sean 5.000) y este número se mantiene estable, no se ha logrado bajar hasta ahora.
Mujeres más ansiosas
Las mujeres son más vulnerables a los trastornos de ansiedad
De acuerdo con un estudio realizado el año pasado entre la población de España, un 6% del total había sufrido un trastorno de ansiedad durante ese período y un 4% experimentó un trastorno depresivo.
23.09.2014 10:25
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