Dejando muy buena impresión, La Gran Muñeca es una de las pocas murgas que hasta el momento logró sortear las lluvias subiéndose al Teatro de Verano en esta Primera Rueda del concurso.

Allí, y en cada tablado, la murga lleva adelante una propuesta escénica y estética que deslumbra y textos que, como en el Carnaval 2013, no esconden su postura a través de una dura crítica social y política.

"El otro carnaval" es el nombre elegido para el espectáculo de esta temporada. "Está basado en lo que hemos escuchado en conversaciones carnavaleras, de que todo el mundo quiere otro carnaval, que no sea este que tenemos, pero nadie sabe cuál es, entonces la murga sale a buscarlo", cuenta Jimena Márquez, creadora del espectáculo e integrante de la murga a Montevideo Portal.

En la búsqueda hacia ese nuevo carnaval, se convierten en espías digitales uruguayos, en una crítica a la excesiva vigilancia en la ciudad y a la filtración de los datos personales gracias a lo que se comparte diariamente en Internet.

Según la murga, de alguna manera todos estamos todos vigilados: "tenemos más primeros planos que Luís Suarez", dice, desde el momento que hay cámaras cuando subimos a un ómnibus, vamos a un supermercado o ingresamos un cajero automático.

Márquez asegura que "la murga tiene un fuerte contenido político dosificado en todos los cuplés. Nos despachamos mucho en cuanto al palo político y tenemos en el espectáculo una crítica social uruguaya bastante grande".

Dicha afirmación puede corroborarse, por ejemplo, en cuando la murga enumera cosas que "le sobran" a nuestro país -como el zoológico, la jura de la bandera o el corredor garzón- , centrándose en la discusión sobre la Minería de Gran Porte:

"Sobra los que se conforman con un trabajo para 1000 personas, por 10 años a costa de arruinar la tierra para siempre/ el que está contento es King Kong aunque no lo asimila/ van a dejar unos cráteres como jacuzzi de Gorila".

El fragmento parte del cuplé donde se "homenajea", defiende -y a la vez satiriza- al casi suprimido Tren Fantasma. Ese juego del Parque Rodó al que "en un momento fue una gran aventura animarse a entrar", pero que a pocos alguna vez logró asustar.

"Por las vueltas del destino me perdí buscando el otro carnaval", suena en la despedida, dedicada a la búsqueda que tenemos de querer ser lo que no somos, en un reflexión que trasciende al carnaval, refiriéndose ya a la vida y dejando el mensaje de que es momento de ser feliz siendo como uno es, ya "que no hay tiempo de cambiar esta versión de lo que somos".

Bien de al lado/ Montevideo Portal