Luego de años de recorrer tablados y escenarios, luego de varias ofertas, Esmoris fue elegido para representar a Artigas y encontró un espacio en la televisión uruguaya haciendo lo que sabe hacer: actuar.
Posiblemente sea este uno de sus momentos de mayor relevancia social desde el nacimiento de la Antimurga BCG. Si esto fuera como esas revistas que juntan a los fenómenos populares y culturales del año en una foto, Esmoris estaría en primera fila.
Desde los paros de Adeom a su futuro laboral en Buenos Aires, pasando por los comienzos en la BCG y por su experiencia movilizadora como Artigas para el cine: pasado, presente y futuro de Jorge Esmoris.
Con respecto a lo que estaba sucediendo culturalmente en el país en los 80, la Antimurga BCG ¿era punk?
Sí, seguro, obviamente era una ruptura, es como aquel comienzo del rock en las universidades. De repente estaba más asociado a lo teatral, más surrealista, por momentos expresionista.
En una entrevista anterior Pedro Saborido, guionista de "Peter Capusotto" hablaba sobre la cultura rock, ¿existe actualmente?
No existe, aunque no comparto eso de "el rock murió", yo sigo escuchando a Led Zeppelin, ¿entonces yo estoy muerto? Creo que cambiaron los contextos, se acabó la época de los grupos pero no solo para el rock sino para todo, el teatro, el fútbol. No creo que se haya muerto el rock, creo que se transformó.
¿Sos más "integrado" que "apocalíptico"?
Sí totalmente. Trato de entender lo que sucede, hay cosas que voy desechando. Lo que para mí fue la cultura rock, es como un camino de total independencia y cada vez lo busco más. Siempre fue así pero cada vez me apoyo más en eso. Por ahí tuve lecturas non sanctas como "El lobo estepario" y después me topé con el León Felipe, entonces cada vez me convenzo más que soy como un paria. Esquivo todo lo que sea agrupamiento, nucleamiento, porque sé que eso es el principio del fin del individuo como tal. A mí me gusta ir por la calle ligero de equipaje, pelearla, sudarla, que es un poco lo que hemos hecho con la BCG. Nos dimos cuenta de que lo que estábamos desarrollando desde el punto de vista estético y ético naturalmente iba contra la corriente. Sabíamos que si seguíamos con esa propuesta íbamos a estar más lejos de los sponsor, de los auspicios, más lejos del establishment. Pero éramos aceptados por la gente y si lográs eso entonces estás en el camino correcto.
¿Cómo hacés para tomar algunas decisiones cuando tenés que alimentar a un hijo y ya no vivís con tus padres?
Hago realmente lo que me interesa, lo que me gusta y también, equilibro, hago de Artigas y una publicidad para el Pilsen Rock. Parte de mi independencia es que yo decido por lo mío, yo no voy a tocar la puerta de ninguna embajada o de un ministerio para que me subvencionen, soy amo y señor de las cosas que decido. Obviamente cuando tenía 20 años no hacía cosas que de repente ahora hago.
Hablabas sobre los agrupamientos, ¿cómo estás viviendo este momento del Uruguay con respecto a los pedidos corporativos?
Estoy... no sé si definirlo como decepcionado, casi resignado. Elegí vivir acá y por primera vez siento que Montevideo me tiene harto, la palabra exacta sería podrido. Si pudiese gestar algo para que los que estamos podridos saliéramos a manifestar, lo haría, siento que ya no tengo la fuerza. Aquello de las mayorías silenciosas, somos cada vez más mayorías y lamentablemente más silenciosas, justamente por eso de las corporaciones. A mí me cuesta resignarme a ver el deterioro de la ciudad y que a nadie le importe, empezando por la Intendencia. Con esto puntual de Adeom la Intendenta cuenta con el apoyo del 90% de la gente que dice "basta", sino se hace nada vamos a tener que cambiar y votar a Adeom, si son los que van a gobernar. Prefiero un gobierno que lo haga mal a que no gobierne. Eso es lo que me preocupa, sobre todo por esta fuerza política a la que yo siempre he adherido y se ha caracterizado por la capacidad de negociación y la firmeza. Mi vida es así: una semana vivo en un asentamiento, una semana en un barrio de clase media y todo por 400 tipos que no sabés si levantan la mano para votar un paro. Un tipo se pone en una esquina con unos toldos, los gurises se siguen subiendo a los ómnibus a pedir a las 3 de la mañana. ¿Y entonces qué se puede hacer?, parece que hay una idea de dejar pasar todo. Estoy con un estado de ánimo en que me siento muy amargado.
Tu año laboral ha sido bastante más positivo que esto que estás contando...
Sí, y, por suerte, en lo que he aceptado hacer, porque muchas veces terminás haciendo cosas de las que no estás muy convencido. Lo de la televisión fue lo que me llevó más tiempo y no me arrepiento de haberlo hecho.
¿Cómo fue eso?, ¿no querías hacerlo?
Con la televisión tengo cierta distancia, quizás porque nunca se había dado la posibilidad de hacer lo que sé hacer: la actuación. Lo que definió mi participación fue la conversación que tuve con el director de "Porque te quiero así", Eduardo Ripari, que me dio la tranquilidad necesaria. La apuesta del canal también me hizo sentir seguro.
En una entrevista anterior Ripari decía en este mismo espacio, que vos resolvías el personaje llevándolo siempre un poco más allá sin romper el límite, ¿cómo fue trabajar con él?
Como actor me sentía protegido, yo largaba verdura y sentía que aquello que estuviera fuera de lugar él lo iba a sacar. Eso te da la tranquilidad. Ripari no solo ve la escena desde el punto de vista de la luz, la cámara, sino también la parte actoral y la narración. De lo que yo me di cuenta es que ellos, quizás por su experiencia, tienen un estilo para narrar que es muy televisivo y casi cinematográfico, es un tiempo que no tenemos nosotros. Las cosas que se han hecho en la ficción nacional a veces son un poco morosas en lo narrativo, acá no, acá todo tenía un ritmo de comedia.
Hubo algunas críticas porque el equipo de trabajo principal era todo argentino. ¿Cuál es tu opinión?
Acá la televisión empezó tarde, como empezó tarde todo lo audiovisual. Acá vienen empresarios extranjeros a dar una charla y nadie se inmuta, vienen a asesorar y no pasa nada. La sabiduría es tener la humildad suficiente para reconocer que de algo no sabés. La necedad es seguir adelante sin saber. Hay una escena que hace mi personaje, en donde se va a vivir con Florencia Peña y yo estaba con la valija y de repente uno de los cámaras me dice: "¿no estaría bueno que te vinieras con la almohada?" que tenía unos billetes estampados, y fue una genialidad porque eso pintaba al personaje. Puede parecer un detalle menor, pero ese tipo, cuyo rol era enfocar, estaba al tanto de la composición del personaje y eso para mí fue contundente para darme cuenta de que lo que estaba sucediendo era el principio de algo. De hecho al plantearse una segunda parte y seguir con el mismo equipo de trabajo me parece que hay un futuro interesante y que ojala la ficción se instale definitivamente en todos los canales, incluido el público.
¿Tuviste más oportunidades de trabajar en televisión?
Tuve al principio, en la primera época de la BCG, me parece que me encargué de enviar el mensaje de que no me interesaba. Tenía miedo de que me devorara, he visto pasar mucha gente por televisión que quedó por el camino. Siempre me cuidé y hoy también me cuido. Estoy haciendo esto porque es ficción, otro tipo de cosas no haría.
¿Y programas de humor?
Hace años intentamos hacer uno con la BCG, incluso hicimos un piloto pero en ese momento, 1992, nos dijeron "dentro de 15 o 20 años la televisión puede ser esto, pero ahora no". Creo que ahora es otro momento, de hecho estamos en un proyecto para hacer humor, estoy muy enroscado tengo que ver si me dan los tiempos.
¿Qué programa de humor te imaginás?
Para mí el ideal sería como si juntara a los Tres chiflados con los Hermanos Marx, por un lado tenés el absurdo, la sutileza, el juego con el idioma, el humor más matemático y por el otro lado tenés el golpe y porrazo. Un poco la BCG era eso, siento que es ahí como llegás a un espectro muy amplio y cada uno va sacando lo que le interesa. Soy de un humor de libreto, es sagrado, a partir de ahí podés jugar pero no concibo nada sin guión. No voy a hacer un producto masivo como es Tinelli, el asunto es si todo tiene que serlo. Hay gente a la que le gustan otras cosas. En este otro proyecto estamos trabajando con Marcos Morón y Gonzalo Eyherabide, gente con mucha inteligencia y capacidad de laburo.
¿Qué te parece "Peter Capusotto y sus videos"?
Tiene cosas brillantes, hay cabeza ahí, si bien es todo muy naif en apariencia, detrás hay muchas ideas. El tema es que se acepte que poner tres peceras para que la gente se bañe en televisión es más caro que poner tres cerebros a pensar en ideas nuevas y buenas. Cuando ves los créditos de las comedias americanas, estilo Sit-Com, son una legión. Para un programa de humor hay que poner libretistas, no se arregla con dos pesos, salvo que quieras llenar una hora con un tipo cortando manzanas.
Trabajaste en radio en la "X" y en "El Espectador", con propuestas muy ambiciosas, ¿qué pasó con la radio ese medio?
Arrancamos con la "X" con "Ajo y agua", hacíamos "Clásicos literarios" que eran partidos de fútbol basados en obras literarias (hubo que releer todas las obras), en "El Espectador", hacíamos una especie de Stand up de filósofos, teníamos que investigar mucho. Era como la radio de los años 40. El 60 o 70% estaba todo guionado, llegó un momento que no dábamos más. La X fue un paraíso, coincidió todo, el tipo de radio, la programación. Un día me llama un gerente de marketing de una de las empresas más grandes del Uruguay que había hecho una investigación que le daba que nosotros éramos el segundo programa de audiencia atrás de Petinatti, al poquito tiempo nos llaman de Unicef porque habían hecho una encuesta entre jóvenes y 7 de 10 hablaban de nuestro programa. Todo eso no se veía reflejado en la parte comercial y al poco tiempo la radio cerró. Pasamos a El Espectador, y la presión de estar en una radio formativa a mí particularmente me saturó, estar empapado de la información me estaba amargando.
Vas a estar en una ficción en Argentina junto a Florencia Peña, ¿cómo surge?, ¿cuándo empieza?
El último día de rodaje de "Porque te quiero así" Florencia vino a contarme lo sorprendida que había quedado con el trabajo nuestro y me ofreció estar en su próxima ficción, me contó que Adriana Lorenzón (la misma guionista de la tira de canal 10) estaba escribiendo un personaje para mí, que además estarían oco Echagüe, Gustaf y a Martín Cardozo. El tema es que son 120 capítulos y se graban de enero a setiembre, de lunes a viernes. Le dije que muchas gracias por el ofrecimiento pero que eran muchos días, mucho tiempo y que para mí era imposible. Ahí empezamos a buscar una posible solución y estaré yendo tres días, a lo sumo cuatro, y se podrá ver al aire en canal 7 de Argentina a partir de marzo, se llama "Señor y señora Camas" y es con la pareja protagónica de Florencia y el Puma Goity. El personaje que hago yo es el Doctor Viglietti, un tipo que inventó un método para mejorar las relaciones de pareja y, el Señor y Señora Camas, que también tienen una consultoría de pareja, le roban este método y a partir de allí mi personaje enloquece y su objetivo es eliminar a los Camas, ya empezamos a volar y este tipo es como que pasara por todos los villanos de la historia del cine. Estoy muy entusiasmado y tiene un elenco muy importante con Diego Ramos, Mirtha Busnelli, Carola Reyna. El recibimiento fue espectacular y sentí un gran respeto de los actores argentinos para con los uruguayos, y no es una postura. Empezaría a rodar el 17 de enero y creo que después lo va a pasar canal 10. En mayo arrancaría la segunda parte de "Porque te quiero así", inicialmente se emitiría tres veces por semana, pero vamos a ver, porque imagino que esto complica un poco, pero está claro que para mí lo de acá es lo que tiene prioridad.
¿Ya terminó tu participación como Artigas como parte del ciclo "Libertadores"?
Sí, hace un par de meses vino el sonidista a casa porque necesitaban armar una especie de paisaje sonoro y allí me tuve que imaginar uno de los tantos fogones que hicimos en Tacuarembó. La verdad es que no sé en qué etapa está, creo que para marzo o abril de 2011 se estrena.
Comienzan los festejos del Bicentenario, ¿vas a hacer de Artigas nuevamente?
No, termina ahí y no quiero hacer absolutamente nada más. Quedé conforme con todo el laburo, fue un viaje impresionante. Hubo un momento en que me asusté: era una escena complicada, de gran carga dramática y pensamos que iba a llevar más tiempo pero al final fue más rápida; cuando terminó la escena me tuve que tirar en el pasto y no sabía qué me pasaba, me quedé un rato ahí y me di cuenta que sentí el dolor de Artigas, el dolor que realmente había sentido. Con haber llegado a eso para mí ya está. Después, los motivos de su ida, si tenía razón o no, si era un ególatra, si era mujeriego, no lo sé. El dolor que vivió el tipo debe haber sido trágico.
¿Redimensionaste la imagen de Artigas, aquel que nos contaban en la escuela?
Sí, totalmente, a medida que todo el mundo la agrandaba a mí se me hacía más chiquita. Cada vez MAS se me hacía un tipo excepcional para su momento y que jugó en un momento en que las cosas sucedían a un ritmo muy fuerte, jugó y perdió. Yo traté de representarlo con la idea de que el tipo se cansó y por eso se fue. Artigas es un ser humano, Jesús, si existió, es un ser humano, Hitler es un ser humano, entonces, cuando algo no nos gusta, "Hitler es un inhumano". A él se le despertó la bestia dormida, al resto falta que le hagas un chasquido para que despierten. Hay que aceptar que somos así. Me gustaría saber cómo son en sus casas estos que se llenan la boca hablando de derechos, quisiera saber dónde viven algunos para ver como están sus contenedores, a ver si están tan sucios como los de enfrente de mi casa.
Durante toda la charla hablaste de las tomas de decisiones, ¿elegiste los caminos que querías? ¿Qué balance hacés de tus 35 años de carrera?
Estoy en el lugar que quiero, esa es la verdad, obviamente que hay una utopía, ese lugar es el teatro: camarín, a escena y a mi casa. ¿Cómo llegué? Algunas cosas las fui pensando, otras se fueron dando, la BCG fue un quiebre, nunca pensé que iba a pasar socialmente lo que pasó y ahí empezó como un camino paralelo, porque al pasar al carnaval la gente del teatro me empezó a mirar mal y la gente del carnaval a decir "mirá este es del teatro", empecé a estar en el límite, siempre era como sapo de otro pozo. Fui tomando esas decisiones sabiendo que era el camino del paria. Todo cuesta horrores, siento que me he esforzado, que he laburado para estar acá y en ese sentido me encuentro tranquilo conmigo mismo. Puedo decir que me respeto y que lo mejor está por venir.
Montevideo Portal / Ernesto Muniz
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