En las cocinas de la base uruguaya en Goma

Surtir a las tropas de paz internacionales no es tarea sencilla. Cada tres meses, los contingentes de los distintos países desplegados en misiones realizan un pedido que más que ningún otro podría calificarse de "al por mayor". Esta solicitud es fruto de una coordinación aceitada entre Naciones Unidas y cada fuerza, donde se contabiliza el número de efectivos y se calcula una determinada cantidad de calorías diarias per cápita.

Además, se tienen en cuenta las costumbres gastronómicas de cada país participante. Así las cosas, resulta normal que las tropas uruguayas reciban una cantidad de carne vacuna que para otras -por ejemplo las de India- resultaría excesiva.

Una vez resuelto el contenido del pedido de cada fuerza, el mismo es distribuido a cada base militar en entregas mensuales.

Como cada día, este lunes la actividad comenzó muy temprano en la base "Uruguay Presente" de la ciudad de Goma, cuartel general del Ejército Uruguayo en Congo. Desde el amanecer, el Cabo de Primera José Rollano dirige a un equipo de cocina que, al mediodía, deberá tener listo el almuerzo para más de 600 personas.

Tal como se aprecia en las imágenes, las cantidades que deben procesar los empleados de cocina -que no llegan a la decena- son enormes, e igualmente grandes son los recipientes y utensilios para prepararlos.
Y si bien se procura ofrecer a los efectivos una dieta variada y saludable, también se tienen en cuenta sus gustos, ya que "la rutina del soldado está muy pautada por el momento de la comida" señala un oficial con vasta experiencia en misiones.

Y a la hora de señalar un plato favorito, todas las opiniones coinciden: sea cual sea el clima, la situación geográfica o la coyuntura en que se encuentre, el soldado uruguayo gusta de los tradicionales guisos criollos, y lo hace saber. De arroz, de fideos, con carne, de papa, de pollo: los guisos y ensopados son vianda corriente en la base de Goma.


El General Domingo Montaldo probando la comida. 

Antes de cada almuerzo y cada cena, en la base se verifica un rito que se realiza de idéntica forma en cada establecimiento del Ejército Uruguayo, incluso desde antes de que este existiera como tal. El oficial de mayor jerarquía presente en el lugar -en este caso el General Domingo Montaldo- cata la comida recién salida de las cocinas.

Y solo tras recibir su visto bueno es servida a la tropa.

Por Gerardo Carrasco, enviado de Montevideo Portal a la República Democrática del Congo