Cultura
Viaje al corazón de Arizona

El Gran Cañón cumple 100 años como Parque Nacional de Estados Unidos

También cumple 40 años como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco; al año recibe 8 millones de visitantes

13.10.2019

Lectura: 6'

2019-10-13T23:24:00
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En base a EFE y otras fuentes

En el suroeste de Estados Unidos, el estado de Arizona alberga en su frontera norte al Gran Cañón del Colorado, colindando con los Estados de Nevada y Utah. Esta gigantesca garganta, excavada con el transcurrir de los tiempos por el río Colorado, recibe unos 8 millones de turistas al año, convirtiéndolo en uno de los parques nacionales más visitados de Estados Unidos.

El Gran Cañón, cumple ahora 40 años como designado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Esta escarpada garganta, que llegó a ser finalista para su inclusión como una de las Siete Maravillas del Mundo Natural, cumple 100 años desde su consideración como Parque Nacional.

MARAVILLA DEL MUNDO NATURAL. Este enclave se encuentra entre los 21 lugares que fueron finalistas en la elección de las Siete Maravillas del Mundo Natural, que abarcan sitios espectaculares como la selva amazónica (Brasil), las cataratas de Iguazú (Brasil-Argentina) y la bahía de Ha Long (Vietnam).

Se trata de un entorno rico en piedras sedimentarias y calizas cuya antigüedad alcanza los 2.000 millones de años. Sus alturas son algo característico de su orografía por ser absolutamente impresionantes. Esto se debe a que este cañón se encuentra bajo la meseta del río Colorado, que tiene altitudes que van desde los 1.500 hasta los 3.000 metros.

El Gran Cañón del Colorado tiene aproximadamente 446 kilómetros de longitud y unos 29 de amplitud, que se

traducen en casi 5.000 Km2 de paisajes abrumadores que quitan el aliento y donde sus visitantes, que llegan a los 8 millones anuales, disfrutan de experiencias únicas.

Si se contempla la garganta de día, las vistas son realmente increíbles y, si se realiza de noche, se puede admirar el cielo y las diferentes constelaciones sin las distorsiones que produce la luz artificial de la ciudad.

TESORO QUE SE DEBE CUIDAR. “El Gran Cañón es mucho más que un tesoro de Arizona, es un tesoro nacional que atrae a visitantes de todas partes del mundo”, dijo a Efe el gobernador del Estado, Doug Ducey.

“En el primer centenario de haber sido nombrado Parque Nacional, debemos admirar juntos su esplendor natural y comprometernos a seguir preservando su magnificencia para las siguientes generaciones”, añadió.

Este aspecto de la conservación y el cuidado del parque es también fundamental, pues el cambio climático tampoco perdona su paso por lugares como este.

Según informa el Servicio Nacional de Parques de EE.UU., a lo largo de los años el Gran Cañón ha sido destino de los aires contaminados de las grandes aéreas metropolitanas, así como de las aguas contaminadas y desechos de las personas.

Por esto, actualmente existe gran variedad de leyes y programas ecológicos que preservan, protegen y restauran o mejoran los lugares tan maravillosos que se pueden apreciar en este punto natural.

Una de las atracciones favoritas del público que lo visita es el mirador Paseo Celestial (Skywalk), una tarima en forma de herradura que se asoma a uno de los abismos del Gran Cañon, que en ese punto tiene 1.200 metros de altura y cuyo suelo es transparente.

 

DESCUBIERTO POR EXPLORADORES ESPAÑOLES. Sobre la historia del parque, se sabe que el primer explorador que contempló el Gran Cañón del Colorado fue el español nacido en la localidad de Lerena, Badajoz, García López de Cárdenas, miembro de la expedición de Francisco Vázquez de Coronado.

Los hombres de dicha misión fueron guiados por la tribu indígena nativa americana Hopi. Este pueblo habría hablado del río Colorado y sus tierras de oro a los españoles, según reflejó el cronista del viaje, Pedro de Sotomayor.

Francisco Vázquez encomendó a sus hombres encontrar dicho enclave y, para ello, se les concedieron 80 días. Después de los primeros 20 encontraron el lugar, pero debido a problemas con el acceso al agua potable decidieron regresar a la población.

Días más tarde, sería Fernando de Alarcón el primer europeo en tocar las aguas del río Colorado y navegarlas, pero a cientos de kilómetros del Gran Cañón.

Actualmente, los únicos habitantes que forman de alguna manera la civilización de este entorno natural son las diferentes tribus indígenas que componen la población de la zona. Entre ellas se encuentran los indios Apaches de la Montaña Blanca, los indios Navajos y también los Hopi.

VISITA OBLIGADA. Cualquier turista que viaje a la costa oeste de Estados Unidos debería incluir una parada en este parque, que este año cumple 40 años como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y su primer centenario como Parque Natural.

Lo más habitual es realizar la visita después de unos días en la ciudad del juego, Las Vegas, apenas a cuatro horas en auto del Gran Cañón.

El parque cuenta con dos entradas: la norte —cerrada desde noviembre hasta abril por la nieve— y la sur — abierta las 24 horas y los 365 días del año. Desde el extremo sur al norte del parque hay unas cinco horas de conducción.

El clima es árido y cálido en verano, no llegando a superar los 30 oC de temperatura en los meses de junio, julio y agosto. En invierno, las temperaturas no superan los 15 grados.

Para visitar el parque existen varias opciones. Una de ellas es en auto, abonando una tarifa que oscila entre los 30 y 35 dólares para ingresar. También se puede elegir la entrada a pie, que son 20 dólares por persona y se pueden tomar los transportes gratuitos que funcionan por el parque realizando diferentes recorridos y con una frecuencia de 15-30 minutos.

No obstante, también existen días en los que la entrada al parque es gratuita y se pueden consultar en su página web (https://www.nps.gov/grca/planyourvisit/fees.htm).

El Gran Cañón, protagonista de la inolvidable escena final de Thelma & Louise, es mucho más que el vacío escarpado que suelen retratar las fotos. Como parque nacional propone diferentes itinerarios para que lo recorran desde un turista hasta un senderista experimentado. En cualquier caso, el encuentro con esta maravilla natural es, sin duda, una de esas experiencias imborrables.