DISCOS | LA TABARÉ PRESENTA "sopita de gansos"

Y es que realmente siento esa necesidad. Si un disco, y pasa a ser una idea mía, no despierta en alguien la necesidad de ahondar en su conocimiento, de averiguar más, o simplemente de prestarlo a un ser querido, es que realmente no gustó.
Confieso que de La Tabaré conozco poco y nada, pensando en la larga carrera que vienen llevando a cabo desde mediados de los 80. Pero cosas tengo claras: su anarquía -implícita a veces y explícita en otras-, su régimen contestatario, y esa banda de gente fiel, comparables a pocos perros, que hoy en día transgredieron las barreras generacionales. Porque cosa linda de ver en los toques de La Tabaré es esa multiplicidad de edades, que reúne a jóvenes y a veteranos. Los primeros en los pogos y los otros a su alrededor, mirándolos como espejos de un pasado. No tan remoto.

Pero el disco. Este disco demuestra una madurez en la banda, que no soy yo quien debe reconocer, pero que evidentemente se denota. Hay una tranquilidad y una búsqueda del cuidado musical, quizás lo que llevó a que Fernando Cabrera lo produjese artísticamente. Pero también la tranquilidad la dan esos dinosaurios que fueron invitados en algunos temas: Dino y El Darno...

¿Y sobre las letras qué podemos decir? Quizás nada nuevo. Pero me gustó mucho esa apuesta a reconocer la buena música de la mala, y que se plasma en ciertos temas. Es muy común hoy en día ver esa cierta tendencia en las bandas, locales e internacionales, de querer demostrar una falsa apertura a las nuevas tendencias musicales -esas que son hijas de los medios-, y caer así en el poco compromiso con el arte mismo del hacer música. Parece que, y hablo de grandes músicos, hay un temor en desprestigiar a bandas que no son más que una lata vacía de supermercado, que buscan ser vendidas como primera calidad. Como si hablar mal de un género signifique su aniquilación.

Creo que lo válido está en diferenciarse, y acentuar esa diferencia. Hay bandas mediáticas que enchastran el rock al autodenominarse rockeras, si es que todavía existe el término. Yo digo que el rock siga siendo para algunos, para aquellos que realmente lo entiendan y busquen su amparo. Pero no dejemos que el rock se amolde a ritmos antagónicos con su esencia, por el simple hecho de llegar a más gente. Porque la música que nos llega es la que vale, y es la que hay que buscar. No esperar que nos la den como papilla para así digerirla mejor. Que la globalización no nos meta a todos en la misma olla, que somos diferentes y podemos vivir en diferencia.

Y esto se plantea en el tema tres de "Sopita de Gansos": Contralpunto. Y para colmo, con el acompañamiento de un grande: Dino. Simplemente, imperdible.

"Antes los vecinos me miraban con cuidado
yo era para ellos un rockero inadaptado
hoy todo ha cambiado gracias a MTV
ahora soy un ganso que anda por ahí.
La cana me saluda, no me llevan preso
ya no cabe duda un rockero es eso
que muestra la tele y que no me interesa
cisnes con un ganso en la cabeza..."