La lucha contra el trabajo infantil es una asignatura pendiente en los países de Latinoamérica, en los cuales decenas de miles de niños se ven obligados a desempeñar labores incompatibles con su edad, que ponen en riesgo su desarrollo educativo y en muchos casos su salud.
Consciente de la gravedad del problema, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebra hoy el "Día mundial contra el trabajo infantil" con acciones centradas en la educación como "respuesta acertada" para el fenómeno.
Según la OIT, en el mundo hay aproximadamente 165 millones de niños trabajadores de entre 5 y 14 años de edad, de los cuales 74 millones están expuestos a trabajos peligrosos, pese a que en muchos países, incluidos los latinoamericanos, los gobiernos han tratado de frenar esta situación.
Brasil es el más afectado con este problema en la región, con cerca de 5,1 millones de menores trabajadores, según cifras de marzo pasado, lo que representa el 11,5% de los niños de esa franja de edad.
Para mitigar el problema, el Gobierno obliga a los padres a inscribir a los hijos en las escuelas como condición para que sus familias puedan recibir los beneficios de programas asistenciales.
De los menores trabajadores, cerca del 41% se ocupa en labores agrarias no remuneradas, fenómeno notorio en otras naciones latinoamericanas.
Es el caso de Colombia donde, según cifras oficiales, de los 2,5 millones de menores que trabajan, el 43% se dedica a actividades agrícolas, y el 6,7% de los niños de entre 10 y 17 años ejerce alguna ocupación.
El Gobierno lanzó en febrero pasado una estrategia con la cual aspira a bajar ese último porcentaje al 5% en 2010 y al 2,5% en 2019.
Argentina, donde el 20,1% de los jóvenes de entre 14 y 17 años labora, creó en el año 2000 una Comisión para la Erradicación del Trabajo Infantil, fenómeno visible principalmente en la agricultura, industria, minería, construcción y trabajo doméstico, entre otros.
Según una encuesta de 2006, el 2,8% de los niños de entre 5 y 13 años que trabaja en Argentina no asiste al colegio, cifra que se eleva al 10% en el campo.
Unicef calcula que en México cerca de 3,3 millones de niños trabajan, de los cuales 40.000 desempeñan en la capital funciones prohibidas por la Constitución, una situación que la Secretaría de Trabajo ha intentando remediar con propuestas de sanciones a los responsables.
En Costa Rica, donde según Unicef hay cerca de 100.000 menores trabajadores, se creó el programa "Avancemos", que consiste en ayudas económicas a familias pobres, con la condición de que sus hijos permanezcan en el sistema educativo.
El problema también es visible en Honduras, donde más de 325.000 niños son sometidos a la explotación laboral, según la secretaria de Trabajo, Mayra Mejía.
Muchos de ellos hacen jornadas de hasta 16 horas diarias, sobre todo en el campo, con lo cual se les priva de educación.
Una encuesta del Instituto Nacional de Estadística de Guatemala señala que el 23% de la población de entre 7 y 17 años ejerce alguna actividad económica o deseaba hacerlo, lo que el Gobierno ha intentado combatir, mientras que el de Panamá destinó un millón de dólares para atender a cerca de 2.500 niños trabajadores de las provincias de Panamá y Colón.
Esfuerzos similares hace El Salvador, donde las autoridades intentaron erradicar el trabajo infantil, principalmente de la cosecha de caña de azúcar.
El sector azucarero también emplea mano de obra infantil en Bolivia, donde además es habitual que menores trabajen en la minería y la recolección de castañas, por lo cual el Gobierno puso en marcha el Plan de Erradicación Progresiva del Trabajo Infantil, para rescatar a unos 600.000 afectados.
Con el programa "Construyendo Perú", el Gobierno aspira a reducir las tasas de trabajo infantil, mientras que en Uruguay unos 35.000 niños de entre 5 y 17 años ejercen alguna labor económica, pese a que el trabajo de los menores de 15 está prohibido por el Código de la Niñez y de la Adolescencia.
Más grave es la situación en Paraguay donde trabaja cerca de un millón de menores, lo que representa más de la mitad de los niños y adolescentes del país, según la OIT.
Ese fenómeno ejerce un fuerte impacto en la deserción escolar y hace que uno de cada siete niños de entre 5 y 17 años no asista a la escuela.
La mayoría de los menores que trabaja en República Dominicana lo hace en los sectores agrícola, comercial e informal, lo que llevó al Gobierno a lanzar un plan para rescatar a los "niños de los semáforos", una de las formas de mendicidad más comunes en las ciudades de ese y otros países latinoamericanos.
Chile tiene cerca de 240.000 niños y adolescentes trabajadores, 107.000 de ellos en condiciones consideradas inaceptables.
Al respecto, el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, dijo: "Que haya un niño que trabaja en condiciones inaceptables es una indignidad, para enfrentarla debemos hacer un esfuerzo como país".
Venezuela, donde el 7% de los niños de entre 5 y 14 años trabaja, puso en marcha en 2006 un convenio con la OIT sobre erradicación de este problema, mientras que en Ecuador están registrados 662.664 niños trabajadores, según Elva Games secretaria técnica del Comité Nacional de Erradicación Progresiva del Trabajo Infantil.
Fuente: EFE
Cuando el trabajo no dignifica
DATOS DE TRABAJO INFANTIL EN AMÉRICA LATINA
En el Día Mundial de la Lucha contra el Trabajo Infantil, un estudio panorámico de la situación en América Latina informa que en nuestro país hay unos 35.000 niños o adolescentes entre los 5 y 17 años que ejercen alguna labor económica.
12.06.2008
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