Contenido creado por Laura Meléndez
Salud

Un poroto

Consumir soja a largo plazo podría ayudar contra el cáncer de mama

Un estudio realizado en el Centro Integral del Cáncer Lombardi de Georgetown explica por qué la ingesta a largo plazo de genisteína, una isoflavona presente en la soja, reduce el riesgo de recurrencia del cáncer de mama.

20.04.2015 18:20

Lectura: 3'

2015-04-20T18:20:00-03:00
Compartir en

La incidencia de alimentarse con soja en el cáncer de mama no está clara: hay estudios que dicen que lo favorece, y otros, que lo combate. Ahora ha surgido uno de los segundos, que ha observado en animales que una larga trayectoria de alimentación con soja aumenta la respuesta inmune contra los tumores de mama.

La noción de que la soja, específicamente la genisteína (una isoflavona), puede estimular el crecimiento de células de cáncer de mama y perturbar los tratamiento antiestrógenos se basa en estudios en ratones que no tienen células inmunes conocidas como células T citotóxicas, que atacan el cáncer de mama. Esto llevó a los oncólogos a aconsejar a sus pacientes con cáncer de mama no comer alimentos de soja, según consigna Tendencias21.

En un estudio previo con ratas, el equipo de Georgetown confirmó que las que consumieron genisteína durante toda su vida respondieron mejor al tratamiento antiestrógenos que las ratas de control. También tenían un menor riesgo de recurrencia del cáncer. La genisteína, que se encuentra en varios alimentos de soja, tiene muchos efectos biológicos que pueden reducir el riesgo de cáncer. Sin embargo, la genisteína también activa los receptores de estrógenos humanos, imitando al estrógeno, y puede hacer que las células cancerosas existentes crezcan.

En este estudio, los investigadores estudiaron si sus hallazgos previos podrían explicarse por cambios en las respuestas inmunes a los tumores. Mientras que las células T pueden atacar a las células tumorales, otras células inmunes pueden deshabilitar la capacidad de estas células T para reconocer que los tumores están presentes, lo que permite el cáncer de mama crezca sin ser controlado por el sistema inmune.

Los investigadores encontraron que en las ratas alimentadas con genisteína desde antes de la pubertad, la respuesta inmune de las células T se activa ya antes de haber comenzado el tratamiento con tamoxifeno (una terapia antiestrógenos). Además, durante el tratamiento, el intento del tumor para esconderse de un ataque del sistema inmune se frustró.

"Nuestros resultados sugieren que la capacidad de la genisteína para activar la respuesta inmune anti-tumoral y reducir la expresión de mecanismos inmunosupresores puede explicar por qué la ingesta de genisteína a largo plazo reduce el riesgo de recurrencia del cáncer de mama", dicen los investigadores. Pero para ello es crucial que la genisteína se consuma mucho antes de que el tumor se desarrolle, añaden.