Gurú, hechiceros, adivinos, alquimistas, sacerdotes, todos tienen algo de magos. Sus existencias conllevan una cuota fuerte de credulidad por parte del receptor. Si no se cree no hay magia posible. El mago profesional llevó el asunto a su máximo potencial y lo hizo espectáculo.
El engaño del celuloide
Georges Méliès fue un precursor, el primero en comprender el potencial del nuevo invento llamado cine. Mientras el mundo se sorprendía con los documentales de los hermanos Lumière, Méliès ya estaba diseñando sus famosos cortos con viajes fantásticos, repletos de trucos visuales. Con él, comenzó el show.
El cine es magia, es la ilusión del movimiento a partir de fotogramas, es la sensación de continuidad dada por el montaje de diferentes planos.
Magia mortal
En "El gran truco" (The prestige) dos magos llevan a lo más alto de sus posibilidades una batalla por derrotarse.
Hay en esta cinta de Christopher Nolan una vocación de prestidigitador. Ya había mostrado en la reversible Memento, una atracción por las narraciones complejas, con giros dados por la edición con idas y venidas en el tiempo, con elipsis engañosas y alguna vuelta de tuerca sorpresiva.
Aquí agudiza su estilo sin repetir el formato, usando algunas de sus guiñadas para mantener la atención del espectador siempre en el lugar buscado. Tal cual lo describe el gran Michael Caine en el inicio, un truco tiene tres partes: la promesa, en donde se presenta el asunto aparentemente normal; el giro, que implica la realización de una hazaña y el prestigio o sorpresa definitiva que es la generadora de los aplausos.
"El gran truco" es en si misma un gran truco dividido en tres partes según la estructura recién descrita. Dos artistas del ilusionismo divididos por una muerte. Uno (Christian Bale) el de los sacrificios, el de la magia como forma de vida; el otro (Hugh Jackman) un hombre del espectáculo, el show acaba cuando baja el telón.
Como en toda guerra se pierden de vistas las razones iniciales por las que batallan y todo avanza en la búsqueda por la venganza siguiente. Como en el juego de espejos las imágenes reflejan aparentemente lo mismo, pero la diferencia esencial es la que los enfrenta al escenario: el arte o la sonrisa del público.
Cada cual elige su camino. Nolan sabe que en todo combate nadie sale ileso y toma de ellos lo que quiere para sí, sin temor a escoger un rumbo propio.
Se descubre algo del final desde mucho antes si uno tiene esa fascinación de aguafiestas como con los magos de cumpleaños infantiles, pero como ya fue dicho, el encanto está en la ilusión.
Queda claro en el epílogo que no hay mayor magia que la del cine, y con ese afán humilde el director se gana los aplausos.
Ficha: "El gran truco"
Nombre original: The Prestige
Director: Christopher Nolan
Guión: Jonathan y Christopher Nolan en base a la novela de Christopher Priest, The Prestige
Elenco: Hugh Jackman, Christian Bale, Michael Caine, Scarlett Johansson, David Bowie
Duración: 128 minutos
Estreno en EEUU 27 octubre. Montevideo 17 noviembre
El encanto de la ilusión
CRÍTICA DE "EL GRAN TRUCO". RKORSON
Desde el inicio el hombre ha pensado en la magia. Esa suerte de poder misterioso para comprender el mundo. Una respuesta a las preguntas sin respuesta. Está en nuestra génesis, es parte misma de nuestra existencia.
(Por RKOrson)
22.11.2006
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