Uruguay Open

20 y contando

Uruguay Open: “20 años impresiona un poco”, aseguró Diego Pérez

Diego Pérez comenzó hace ya 20 ediciones con la idea de reposicionar a Uruguay como sede de un evento de tenis.

29.10.2021 12:38

Lectura: 8'

2021-10-29T12:38:00
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Por Fernando Tetes

Había participado en 1994 como tenista activo de la última edición de las dos que se disputaron en Montevideo del circuito ATP, y decidió mover las fichas y su facilidad para las relaciones públicas, y comenzó entonces un largo camino de 20 ediciones, pero que en total ha insumido unos 23 años desde el torneo inicial de 1998.

¿Cómo surge el Uruguay Open, desde aquellos años iniciales en los que tuvo otras denominaciones?

Al inicio el torneo formaba parte de un circuito sudamericano o, mejor dicho, al comienzo no éramos parte de nada, porque el primer año que se realizó la Copa Ericsson, Uruguay no estaba en el calendario.

Ahí surgió esa anécdota de que me fui a Porto Alegre, conocí al número uno de Ericsson para las Américas, se vino a Montevideo, y así pudimos traer aquella primera edición a Uruguay.

De esa forma pasamos a formar parte de un circuito latinoamericano y fue una época increíble porque enganchamos era de ensueño del tenis sudamericano.

Entre quienes fueron campeones en Montevideo, más los que jugaron, pero no ganaron el torneo figuran Gastón Gaudio, David Nalbandian, Mariano Zabaleta, Juan Ignacio Chela, Fernando González, Nicolás Massú, Nicolás Lapentti.

¿Luego llegó la Copa Petrobras?

Fue increíble, porque el primer año en que el torneo se transforma en Copa Petrobras, la gana Juan Martín del Potro con apenas 17 años. Y al poco tiempo regresa Guillermo Cañas luego de estar suspendido y gana acá antes de vencer a Roger Federer en Indian Wells y Miami. Tuvimos tremendos campeones en esa época.

¿Cómo surge la idea de transformarlo en el Uruguay Open?

En un momento se cortó lo anterior, de Ericsson y Petrobras, y nos pusimos a pensar qué hacer. Ya teníamos nuestro lugarcito ganado y decidimos jugárnosla con organizar el Uruguay Open, que nació en ese momento.

La idea era que no se llamara más copa algo, porque eso cumple un ciclo y después queda en la memoria y es difícil de cambiar. Se genera una mezcla que no está buena. Desde que le cambiamos el nombre también el torneo adquirió otro peso. Es una opinión muy personal. No fue fácil empezar porque no teníamos la ayuda de esos patrocinadores que sostenían la gira, pero, aunque no empezamos de cero, había que obtener más recursos que antes. Fue una lucha complicada pero poco a poco fuimos ganando nuestro lugar, creciendo hasta llegar a lo que es el Uruguay Open hoy.

¿Qué significan 20 ediciones del torneo?

Cuando uno se pone a pensar que pasaron 20 años impresiona un poco. Es toda una cifra. Uno mira hacia atrás y ve todo el camino recorrido. Se nota en lo que ha crecido el torneo y eso, a quienes estamos en la organización, nos enorgullece mucho.

Lo que creció el torneo en estas dos décadas nos pone felices porque hemos podido atravesar las diferentes circunstancias que ha vivido el país y el mundo entero, y nosotros seguimos mejorando cada año lo que ofrecemos.

Es un gusto poder seguir haciéndolo, porque cuando empezamos, nunca imaginamos que podríamos seguir tantos años.

¿Ahora el desafío es mantenerlo?

Es todo un desafío mantenerlo vigente. Lo bueno es que tenemos patrocinadores que nos han acompañado durante 20 años, otros 10, otros seis u ocho. Nunca arrancamos de cero cada edición. Otra gran acción que realizamos es, apenas termina el torneo, preparar un balance final para entregarle a las empresas a los 15 días, y enseguida, ya en diciembre, armar reuniones para escuchar el feedback de las empresas y escuchar en qué entienden que se puede mejorar y, además, les avisamos que retornamos el año siguiente. Trabajamos con mucho tiempo de anticipación, que es fundamental. Este año no fue posible en diciembre de 2020 ponerse a planificar nada, ni siquiera en marzo o abril, que fueron de los peores meses de la pandemia. Por eso, al tener menos tiempo tuvimos que multiplicar las horas de trabajo. Todos los años es un lindo desafío planificar y pensar la edición siguiente.

En 20 ediciones se puede hacer balance más que positivo de los nombres que pasaron por el Carrasco Lawn Tennis, ¿no?

Sucede que todos los años o nos encontramos con tenistas que estuvieron muy bien rankeados y vienen a Montevideo para reforzar un poco su año, ganar partidos y terminar arriba su temporada. Llegan 60 o 70 del mundo y al poco tiempo los ves entre los 30 mejores. Un ejemplo, por nombrar a alguien más cercano, es Diego Schwartzman. Quien ganó el torneo en 2016 estando 58 del mundo y todos sabemos lo que fue su carrera posterior. Hay varios de esos ejemplos, entre los que están Guido Pella o el propio Pablo Cuevas, sin ir más lejos. El torneo siempre se caracterizó por tener buenos jugadores, que son de primer nivel, a quienes les gusta mucho venir. El club y el barrio son una maravilla y eso se nota a la hora de recibir las inscripciones para cada edición. Se empieza a correr la bola que no se pueden el torneo de Montevideo y terminan viniendo unos tremendos tenistas.

¿Cómo surge la idea de la transformación en un espectáculo extra tenis?

Entiendo que la comunidad del tenis en Uruguay no es tan grande, como sucede en otros países. A partir de ese dato nos pusimos a pensar que no se trata sólo de venir a la cancha a mirar siete horas de tenis. Que también debía ser entretenimiento. Que tenía que incluir participar de un show de Maxi de la Cruz o de Nacho Obes, o venirte a comer algo a los food trucks, o jugar en los stands comerciales. La idea fue lograr que quien venga pase un buen rato, y de paso, si quiere ver buen tenis, que entre a las canchas. De esa forma pudimos abrir el torneo a un público que tal vez no es tan fanática del tenis, pero que quiere pasarla bien.

¿Qué significa haber podido desarrollar Tenis para Todos?

Tenis para Todos es un programa hermoso. Surgió hace una década, cuando un patrocinador me sugiere invitar a chicos del INAU para que participaran de Ball Kids. Me pareció una idea fantástica y ese año vinieron unos 15 chicos de diversos centros. Ahí vimos que cuando no estaban en la cancha juntando pelotas, estaban de a 20 en otras canchas del fondo y conseguían raquetas. Luego del segundo año que vinieron, los propios educadores nos preguntaron si habría alguna chance para que los niños pudieran aprender a jugar tenis. Ahí me puse a buscarle la vuelta y así nació Tenis Para Todos. Le dedicamos parte de los recursos del Uruguay Open a este programa, en el que más de 200 niños y niñas juegan semanalmente, de marzo a noviembre, en cuatro turnos y participan niños y niñas de entre ocho y 13 años. Les proporcionamos raquetas, pelotas, profesores, y juegan en las canchas de la Plaza de Deportes 3, en el Parque Rodó. La idea no es sacar campeones de tenis, pero es tan lindo ver el entusiasmo con que llegan corriendo a jugar sacándose la túnica en el camino para entrar a la cancha. Y hay que resaltar el trabajo de Pelayo Martínez, que es un fenómeno y ha logrado mantener el interés y entretener educando a 20 niños por cancha de tenis.

¿Qué papel juega el Carrasco Lawn Tennis en el posicionamiento del torneo a nivel internacional?

Este es un lugar soñado para hacer un torneo. El lugar, la infraestructura, el barrio, la cantidad de canchas que tiene. Los tenistas se pasan acá todo el día. Tienen la oportunidad de caminar por Arocena, irse a correr a la playa o a caminar por la zona y ventilarse un poco. Es muy poco el tiempo que demoran en llegar del hotel hasta el club, y hay torneos como el de San Pablo, que estás una hora y media en medio del tráfico. Y después caen a un club con 30 mil socios encerrados en el medio de la ciudad. Esto es diferente y lo valoran mucho.

Si 20 años es un hito, ¿el desafío futuro cuál es?

El Uruguay Open ha subido siempre de nivel y ha ido mejorado cada detalle año a año, pero en esta edición me gustaría poner el listón un poco más alto. Que quienes lleguen se sorprendan por lo lindo que esté montado, desde la calle cerrada con los food trucks, hasta la sala VIP, o el espacio para los tenistas. Este 2021 queremos poner al torneo más arriba aún, pese a que cada año tratamos de mejorar y crecer.