Contenido creado por Paula Barquet
Olas y vientos

Sube que sube

Vuelo en ala delta en Mariscala: deporte y terapia en las alturas

El instructor Diego Inzaurraga cuenta su historia con el deporte y habla de la incorporación de tecnología para ganar en seguridad.

24.01.2025 10:00

Lectura: 3'

2025-01-24T10:00:00-03:00
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Por olas y vientos

Te seguimos mostrando lugares sorprendentes del Uruguay y esta vez llegamos a Mariscala, en el departamento de Lavalleja. Una localidad con paisajes serranos sorprendentes que cuenta con acceso por la ruta 8 a unos 60 kilómetros de Minas, la capital departamental.

Nos situamos al pie de la Cadena de los Cerros Blancos, donde se encuentra un entorno natural imponente ideal para la práctica de este deporte por la altura y las corrientes de aire que circulan entre las sierras. Este punto geográfico también es ideal para la práctica de otros deportes vinculados a la naturaleza, como ser mountain bike, trekking o canotaje, entre otros.

Allí llegamos a El Balcón del Abra, donde nos esperaba Diego Inzaurraga para hablar y enseñarnos un deporte donde se vuela de la forma más similar al vuelo de los pájaros.

Diego es un experimentado piloto e instructor de aladeltismo y cuenta en su historial con las marcas de 3.600 metros de altura máxima y 185 kilómetros de mayor distancia en vuelo libre uniendo Mariscala con Melo.

Nos cuenta sus recuerdos de niño y cómo unas vacaciones familiares allá por 1970 en Mendoza, Argentina, le hicieron descubrir una pasión que lo acompañaría toda la vida.

Por primera vez conocía el aladeltismo, un deporte que le tomaría 14 años dominar al punto poder cumplir la promesa que se había hecho aquel día: volar como un pájaro.

Mientras lo ayudamos en el armado del ala delta, cuenta el impacto de la tecnología y habla de las mejoras en seguridad por la incorporación de nuevos materiales y herramientas aplicadas, que hacen más segura la experiencia de volar por encima de las nubes.

Es realmente sorprendente ver cómo con tan solo un pedazo de tela, tanto en ala delta libre o a motor, una persona pueda recorrer largas distancias alcanzando alturas imponentes. De todas formas, llama mucho la atención cómo a pesar de los grandes avances tecnológicos, es un deporte que sigue manteniendo sus raíces de aquellos primeros años.

Luego disfrutamos de ver en acción todo eso que Diego, tan emocionado, plasmaba en sentidas palabras: “Allá arriba uno se olvida de todo y se dedica a disfrutar del momento”. Quizás se trata de una terapia o una forma de encontrarse conectado con los sentidos.

Te invitamos a conocer el Uruguay desde el aire y la experiencia del ala delta.